VIE, 6 / JUN / 2025

La disputa de Trump y Musk y las consecuencias para Tesla, SpaceX y la NASA

En este artículo te contamos como dos figuras de gran poder en Estados Unidos ha pasado de aliados a enemigos en unas pocas horas. También nos referimos a las consecuencias que podrían tener para las tecnológicas.

Durante gran parte de su vida Donald Trump mantuvo buenas relaciones con los jefes del partido demócrata. Luego decidió que sus intereses se alineaban mejor con los de un sector del electorado republicano. Elon Musk durante gran parte de su vida fue benefactor del partido demócrata, luego vio la oportunidad de asociarse a Donald Trump. Fue poco antes de la segunda presidencia de Trump que sus destinos políticos comenzaron a estar cada vez más ligados. Musk se definió fuertemente como partidario de Trump y su influencia fue creciendo cada vez más, incluso generando molestias entre varios seguidores del ahora presidente de Estados Unidos.

Al comienzo del segundo mandato de Trump Musk apareció como líder del grupo DOGE, que sin embargo nunca fue un departamento oficial. El objetivo de esta organización era hacer grandes recortes presupuestarios.

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El papel central de Musk y los posibles beneficios para Tesla

Dado el papel y la enorme influencia que Elon iba a tener en el gobierno la demanda por las acciones de empresas relacionadas, y en especial Tesla, subieron notablemente. Durante un buen tiempo este escenario pareció firme, con la enorme ventaja que suponía tener al dueño de las compañías controlando las organizaciones que debían regularlas.

Trump estaba fascinado con el trabajo de Musk. Musk apareció varias veces a su lado en la oficina oval del presidente. Pero ya en ese momento hubo quien advirtió que tomaba mucho protagonismo. 

De hecho, el 31 de mayo, no mucho más de una semana atrás, Trump publicó un video con elogios y reconocimientos al trabajo del CEO de Tesla. Mucho de los puntos de discusión y la actividad de DOGE se habían convertido en frente de batalla político para el mandatario.

Pero dos grandes egos pueden coincidir solo durante un tiempo.

El ojo negro

Recientemente Musk apareció junto a Trump. El presidente le agradecía todo su esfuerzo y ambos confirmaron que DOGE seguiría operando, pero Musk daría un paso al costado. Las razones no eran del todo claras, pero en parte estaban vinculadas a la necesidad del empresario de dedicar más tiempo a sus propias empresas. Tesla en particular atravesaba un momento complicado.

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El detalle curioso es que Musk tenía un ojo con marcas negras. Los rumores sostenían que se había peleado a golpes con otro funcionario.

Tensiones y ruptura

Los intereses de uno y otro no son idénticos. El conflicto comercial que Trump mantiene con China, agravado recientemente por la guerra de aranceles, no encajaba bien con las fábricas de Tesla y las ventas en dicho país. Admirablemente la relación había resistido esa tensión.

La partida de Musk parecía amigable, dado que ambos se saludaron cortésmente y Musk prometió volver como amigo y consejero.

Pero el jueves, ya fuera del gobierno, Elon criticó durante el proyecto de presupuesto porque supondría aumentar el gasto público durante la próxima década en varios billones de dólares. A favor de Musk debe señalarse que el déficit en EEUU es enorme, la deuda es enorme y todo su trabajo en DOGE estaba apuntado a reducir el gasto. Aunque podamos discutir como lo hacía.

Musk hizo un llamado a sus seguidores para que ejerzan presión con sus representantes y se opongan a la ley. Calificó a la ley como una abominación.

Guerra en las redes

A partir de ese punto, los hombres que antes se veían como grandes compañeros descubrieron que el otro era un ser vil digno de crítica. Y los intercambios escalaron rápidamente. Las redes sociales demostraron todo su poder para hacer que la gente se entienda.

Primero Trump cuestionó su relación con Musk y se manifestó decepcionado por las declaraciones del empresario.

Musk declaró entonces que Trump no habría sido electo presidente si no hubiera sido por su ayuda.

Trump calificó lo dicho como una muestra de ingratitud. Luego explicó que una buena manera de ahorrar dinero era recortar todos los subsidios y contratos que tienen las empresas de Elon con el estado. Y señaló que le sorprendía que Biden no lo hubiera hecho.

El presidente también apuntó que Musk se había puesto en su contra por la quita de los créditos gubernamentales a los autos eléctricos. Que según su opinión nadie quiere.

Musk declaró que lo dicho era mentira. Aprovechó y le recordó a los representantes republicanos que el y su apoyo financiero iban a estar presentes durante varias décadas más.

Ahora es personal, más personal

Poco después Musk atacó a Trump señalando que los archivos del caso Jeffrey Epstein no se daban a conocer al público porque el presidente aparecía en ellos. Epstein fue un conocido empresario del mundo de las finanzas que luego fue acusado de ser parte de una organización de prostitución y pedofilia. Tenía contactos con muchas figuras del espectáculo, los negocios y la política. Su vida terminó con un sospechoso suicidio en prisión.

Obviamente conocerlo no implica estar vinculado a esas actividades, pero cualquier asociación con esta figura es extremadamente nociva. Y es obvio que Musk quiere plantar una idea en la mente del público, o una sospecha.

Como respuesta, desde el trumpismo se ha pedido que se investigue el consumo de drogas de Elon Musk. Curiosamente, datos sobre este tema habían llegado a la prensa en días anteriores.

Tesla sufre el conflicto

Tesla, que ya venía con un muy mal año, ha sufrido una caída del 14% en el valor de sus acciones. Las ventas parecen estar motivadas por los temores a las represalias por parte del gobierno federal. En total, en unas pocas horas de furia, se perdieron unos USD 150 mil millones.

Si Tesla sufre es posible que las empresas chinas sean las más beneficiadas. Y esto sería una gran ironía.

SpaceX y la NASA

Hace unos días, luego de que Musk se alejara del gobierno, su candidato para dirigir la NASA fue descartado súbitamente. Trump aseguró que había tomado la decisión luego de revisar las asociaciones previas de Jared Isaacman. Isaacman es un empresario multimillonario y astronauta privado. Ha estado fuertemente ligado a SpaceX. A pesar de este posible conflicto de intereses Isaacman es bien considerado dentro de la industria aeroespacial, y su salida provocó algo de desconcierto.

Pero lo ocurrido puede verse como una precuela del drama mayor que iba a suceder. Un drama que también ha afectado enormemente a Tesla y a la NASA. A Tesla porque resulta obvio esperar que la empresa se vea perjudicada en sus posibilidades para muchos futuros proyectos. Y a la NASA, porque mucho del trabajo que hace se ha vuelto muy dependiente de las capacidades de la compañía privada.

Musk tampoco se ha mostrado muy equilibrado ante lo ocurrido. Luego de que Trump amenazara con retirar contratos para sus empresas, el empresario apuntó que podría retirar la nave Dragon. Este vehículo es uno de los medios fundamentales con los que cuenta la NASA. Solo luego de la insistencia de sus seguidores el empresario declaró que no desmantelaría a la nave.

Lo ocurrido ha hecho que muchos se planteen si la dependencia tecnológica de la NASA no es perjudicial. Si acaso la organización, que había conseguido tantos logros por su cuenta, ahora no debería retomar esa impronta.

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