Hace unos días les contamos como la NASA había abierto el concurso para la producción de un módulo que lleve a sus astronautas a la Luna. La competencia se había cerrado hace unos años con la victoria de SpaceX, pero los retrasos en el desarrollo han llevado a la agencia a darle una oportunidad a otras empresas.
Estados Unidos afronta un gran riesgo: que China se adelante y alcance a nuestro satélite natural antes que la NASA. La agencia espera que SpaceX reaccione bajo presión o una competidora presente un proyecto superador.
El plan y la falta de presupuesto
El plan de la NASA es recopilar las propuestas de las empresas del sector, que en verdad no son muchas. Luego un comité de expertos evaluara cada una de ellas y determinará que camino debe seguirse adelante para “ganar la segunda carrera espacial dada la urgencia que supone la amenaza de países adversarios a la paz y transparencia de la Luna”.
Todo esto ocurrirá luego de que se resuelva el problema de presupuesto en EEUU y sus agencias vuelvan a funcionar normalmente. Muchos de los empleados de la NASA han estado trabajando sin pago.
La respuesta de SpaceX y la amenaza de Blue Origin
La primera respuesta a esta situación la hemos visto en SpaceX. El jueves la compañía dirigida por Elon Musk anunció una versión simplificada de la misión en arquitectura y esquema de operaciones que piensa resultará en un retorno más temprano a la Luna y una mejora en la seguridad de la tripulación. En su momento Musk ayudó a la causa de su compañía al insultar la inteligencia del director de la NASA, Sean Duffy.
La compañía con más posibilidades para sustituir a SpaceX es Blue Origin, que ha estado desarrollando un modulo de aterrizaje por su cuenta y financiado por la agencia. La NASA asegura que la empresa de Jeff Bezos también ha presentado un plan para acelerar la misión.
