Kneron, una empresa dedicada al desarrollo de inteligencia artificial, ha presentado una serie de videos que muestran las pruebas realizadas en varias terminales de reconocimiento facial en China y los Países Bajos.
Los investigadores interactuaron con los sistemas provistos por las empresas WeChat y AliPay utilizando máscaras tridimensionales con el objetivo de engañar a las computadoras.
Las máscaras parecen ser lo suficientemente convincentes, dado que los sistemas realizan el reconocimiento y permiten que sus usuarios realicen las compras. Algo similar sucede en los molinetes de una estación de trenes.
Algo más preocupante es que las máscaras también logran su objetivo en el aeropuerto de Schiphol, Amsterdan.
No tan fácil como parece
Aunque la prueba sirve para advertir sobre las falencias de la tecnología de identificación facial es necesario limitar correctamente las posibles conclusiones. Por un lado no está claro cual es el nivel de efectividad de las máscaras, no hay datos sobre cuantos intentos se realizaron o si hubo fallos.
Además, las terminales en las que se probaron las máscaras también exigen que el usuario ingrese algunos de los números del número de teléfono asociado a la identidad. En la estación del tren también es necesario presentar una tarjeta de identificación antes de que comience el escaneo del rostro.
A todo esto hay que agregar que en muchos casos existe el factor humano, es decir empleados y transeúntes que fácilmente notarán que alguien está utilizando una máscara y le llamarán la atención.
Lo que es cierto es que los sistemas de identificación facial se han extendido ampliamente durante los últimos años, pero su efectividad todavía deja mucho que desear. No son un recurso que deba emplearse sin apoyo de otras opciones.
