Microsoft tiene una herramienta conocida como Viva Insights. La compañía la presenta como un medio para analizar lo que ocurre en el trabajo, especialmente en empresas cuya organización y procesos suponen un cierto nivel de complejidad. Las métricas ofrecidas intentan reflejar la actividad de los empleados y el modo en que los distintos equipos en la organización trabajan. Aunque puede ser verdaderamente útil, la idea del monitoreo nunca es recibida con simpatía, dado que supone de por sí una cierta presión y puede verse como una demostración de desconfianza.
Ahora Microsoft ha agregado un nuevo parámetro a la ecuación, el nivel de uso de Copilot.
Las comparaciones son odiosas
Los gerentes de las empresas tendrán ahora la posibilidad de examinar el grado de adopción de la IA dentro de cada departamento, sección o grupo de trabajo. Según Microsoft el puntaje exhibido considera la tarea de cada grupo y lo compara con el promedio obtenido de grupos similares.
La comparación también puede realizarse en relación a los resultados observados en otras empresas. Aunque en tal caso se utilizan modelos matemáticos para mantener el anonimato.
Y si acaso te lo preguntas, Microsoft considera como usuarios activos a todos los profesionales que realicen acciones intencionales con Copilot dentro del entorno Teams, Microsoft 365, Excel, Word, y herramientas similares.
El problema
Medir la adopción de una herramienta puede ser útil una vez que el uso de esa herramienta ha sido asociado a una mejor sustancial en productividad o algún otro aspecto beneficioso. Pero la incorporación efectiva de una tecnología o herramienta puede tardar muchos años, porque los procesos de las empresas son complejos.
También está el problema del entrenamiento, que a menudo es deficiente.
Y finalmente está el hecho de que una herramienta es solo una herramienta. No debería ser un fin en sí mismo cuando su rol solo es de asistencia.
Empleados públicos satisfechos, pero con poco uso para la IA