Netflix ha presentado uno de sus mejores reportes en años, salvo por un pequeño detalle que parece haberlo arruinado todo. Y la culpa la tiene Brasil. La compañía de streaming consiguió, durante el tercer trimestre de 2025, ingresos por USD 11500 millones e ingresos operativos por un total de USD 3200 millones. Los ingresos netos llegaron a los USD 2550 millones, lo que supone una mejora respecto a los USD 2360 millones obtenidos en el mismo periodo en 2024.
La venta de publicidad es clave
El co-CEO de la compañía, Greg Peters, ofreció una mirada muy positiva de la actualidad de la empresa. “Logramos nuestro mejore trimestre en venta de publicidad. Ahora estamos en camino a superar el doble de nuestros ingresos por publicidad durante este año”. Cabe aclarar que la opción económica con publicidad es relativamente nueva en la plataforma y ha tenido mucho éxito. Por lo tanto no sorprende tanto el nivel de crecimiento obtenido. Aunque sigue siendo meritorio.
Peters cree que Netflix está moviéndose a buen ritmo, superando lo conseguido por otras plataformas similares.
Échale la culpa a Brasil
Las ganancias han sido buenas, pero los analistas e inversores esperaban algo más de Netflix. Como consecuencia de esto las acciones de la compañía han ofrecido menores dividendos y por tanto han caído un 5%.
El problema de Netflix es una batalla impositiva que ha mantenido con las autoridades brasileras y le ha costado a la empresa unos USD 619 millones. Esto llevó a que el margen operativo que se esperaba fuera del 30% cayera al 28%. La compañía presenta lo ocurrido como un hecho aislado. Pero existe el temor de que el incidente refleje una problemática general que puede repetirse en otros países, según el contexto regulatorio.