Si los datos del Financial Times son acertados, OpenAI ha perdido unos USD 8 mil millones a nivel operativo durante la primera mitad del año. Esto supone que a esa cantidad es necesario agregar cualquier inversión de infraestructura o gasto extraordinario. La compañía estima que durante el año acumulará ingresos por unos USD 13 mil millones. Pero esto es gracias a una proyección en base a lo obtenido en uno de los últimos meses. Y muchos analistas desconfían de tal cálculo.
Si bien el potencial de la IA es enorme, hasta el momento muchas compañías del sector son máquinas de perder dinero.
Competencia y costos
Las IA son cada vez más poderosas, merced a una mayor potencia que exige a su vez mayor inversión. Al margen, debe reconocerse que se han dado avances en términos de eficiencia.
Los chatbots son herramientas muy populares. Pero el mercado tiene un grave problema, la competencia es enorme y la mayoría de los productos se ofrecen en variaciones gratuitas y pagas. Y al parecer aunque el interés existe, la necesidad no es tanta como para que una parte significativa de los usuarios pongan dinero.
El problema de ser un producto popular
ChatGPT tiene 800 millones de usuarios. Pero solo el 5% de ellos son pagos. Aún así, eso supone unos 40 millones pagando unos USD 20 cada mes. Ahora bien, en comparación, Netflix tiene unos 300 millones de suscriptores, el plan estándar es de USD 18, y es fácil presumir que costos mucho menores. La comparación es vaga, porque hay muchos factores en juego, pero sirve para orientarnos un poco. El 5% de OpenAI es en realidad superior al promedio en la industria, que se calcular en un 3%.
El problema es quizás que OpenAI recibe un 70% de sus ingresos del mercado consumidor. Todavía queda mucho por ganar en el sector corporativo, que es el que podría darle el verdadero sustento económico.
Por el momento la creadora de ChatGPT, así como otras tantas empresas del sector, enfrenta un ecosistema con mucho entusiasmo y usuarios a ganar y mantener fuera de las garras de los rivales. Pero con pocas ganas de pagar por el servicio.