JUE, 30 / OCT / 2025

El problema de las camas inteligentes

Hace unos días AWS tuvo problemas y dejó a varios sitios y plataformas inaccesibles. Para los usuarios de las camas inteligentes de Eight Sleep esto supuso una variedad de sorpresas desagradables.

Como hemos visto durante los últimos años, todo lo que antes era tonto ahora puede ser inteligente. Aunque en muchos casos nos quedamos cuestionando que tan inteligente ha sido el desarrollo de ciertos ingenios. Eight Sleep es una marca de camas inteligentes.

Las camas desarrolladas por esta compañía pueden modificar la temperatura y la elevación, también reproducir ciertos sonidos que tienen como objetivo mejorar nuestro sueño. La almohada, la frazada y la base de la cama están conectadas a una unidad central que controla sus comportamientos. Podemos imaginar situaciones en las que una cama de esta naturaleza podría ser de mucha ayuda, en especial para el cuidado de personas con alguna enfermedad o mayores de edad. Tal vez con aquellos que padecen de insomnio. No somos expertos, no podemos asegurarlo, pero puede ser un ingenio muy útil.

Cuando la nube no está

Ahora bien, mucho de los cambios y ajustes que realiza la cama inteligente responden a los cambios biométricos que detecta en el usuario. Los hábitos de sueño ritmo cardíaco, patrones en la respiración. Mucho del trabajo realizado depende de datos que pasan y son almacenados en la nube.

Hace unos días Amazon Web Services tuvo un problema y durante un buen tiempo muchos sitios web fueron inaccesibles o dejaron de operar normalmente. Muchos nos despertamos cuando el problema ya estaba resuelto, otros se despertaron por el problema.

La cama caliente

Los usuarios de Eight Sleep comentaron en las redes que durante la caída de AWS sufrieron varios inconvenientes. Algunos experimentaron un incremento de temperatura hasta superar los 40°. En otros casos la cama quedó atascada en una posición demasiado inclinada. También hubo luces y sonidos de alarmas que nadie esperaba. Las consecuencias, usuarios desvelados, algunos de ellos despertando cubiertos en sudor.

La conexión local

Lo ocurrido obligó a la empresa a realizar una modificación en el funcionamiento de las camas: la introducción de una modalidad de respaldo que le permite a los usuarios controlar el funcionamiento de las mismas directamente desde la aplicación. Vale señalar que la central de control tiene botones para ajustar la temperatura, pero solo funcionan con una conexión a Internet. La cama inteligente no tenía un control directo.

El sistema de autopiloto que controla las camas, cabe mencionar, supone una suscripción de USD 199 al año sobre un costo de la cama que va de los USD 2450 a los 3250.

La moraleja, algunos objetos son perfectos tal y como son, y no necesitamos ponerle chips a todo.

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