Una de las últimas revoluciones en la fabricación de notebooks, tablets y teléfonos inteligentes es el invento de las pantallas flexibles que permite hacer que los dispositivos electrónicos sean más portables debido a que, al poder plegarlos, ocupan menos espacio. Se vive un período de revolución tecnológica en el que, desde los microprocesadores y la fibra óptica hasta los nanotubos de carbono, las nuevas tecnologías no dejan de asombrar.
En este Informe Users, te explicamos cómo funciona la tecnología detrás de una pantalla flexible.
Autor: Julio Sandoval Berti
¿Cómo funcionan las pantallas flexibles?
Las pantallas más conocidas hoy día son las de LCD, que basan su funcionamiento en pantallas de cristal líquido, que por estar construidas sobre una base de cristal, por supuesto, son rígidas.
Para poder crear una pantalla que sea flexible, las nuevas tecnologías se basan en una matriz OLED (acrónimo en inglés de organic light-emitting diode o diodo orgánico de emisión de luz), que, como su nombre lo indica, está fabricada en un material orgánico que forma una capa de transistores de película delgada (thin film transistor) hechos de nanotubos de carbono, y que puede doblarse o plegarse.
La imagen generada por esos leds orgánicos se proyecta sobre una superficie de plástico transparente y flexible, y esto es así porque las propiedades de las pantallas OLED permiten que los pixeles se iluminen por sí mismos sin necesidad de una retroiluminación posterior; así se elimina la necesidad de incorporar en la pantalla una matriz de iluminación sobre un material rígido. Las pantallas flexibles son, entonces, una mejora sustancial sobre los paneles de imagen LED LCD usados en los dispositivos electrónicos actuales, ya que tienen la peculiaridad de que pueden replegarse.
Estructura de una pantalla flexible de tipo OLED.
En otras palabras
La tecnología OLED se basa en un diodo que forma una capa electroluminiscente.
Esta consiste en una película de componentes orgánicos que reaccionan a una determinada estimulación eléctrica, generando y emitiendo luz por sí mismos.
Una de las características de estos es que, al ser de un compuesto orgánico, es posible sellarlos dentro de un film plástico y flexible que permite después plegar la pantalla, además de que esta puede ser extremadamente delgada.
No a la retroalimentación
Los primeros prototipos de pantallas flexibles se basaron en la tinta electrónica, precisamente porque esta no necesita de una retroiluminación y, por lo tanto, al utilizar tinta electrónica se elimina la necesidad de contar con una superficie rígida por detrás, permitiendo su inserción en planchas de plástico transparente flexible.
Con la invención de los nanotubos de carbono, se consiguió, además de las propiedades flexibles de la tinta electrónica, que las pantallas fueran a color.
Pero básicamente las pantallas de tinta electrónica tienen las mismas propiedades que las pantallas OLED: que es precisamente no necesitar de retroiluminación, y eso es lo que hace posible que estas pantallas se doblen y plieguen.
Gracias a la flexibilidad de las nuevas pantallas, ahora es posible combinar un smartphone y una tablet con mucha facilidad.
La diferencia más grande que existe entre las nuevas pantallas OLED y las antiguas pantallas LED o LCD reside en que estas últimas utilizan una luz de fondo para iluminar los pixeles, mientras que los pixeles de las pantallas OLED en realidad producen su propia luz, lo que significa que su brillo puede ser controlado pixel por pixel.
¿Cuál es su ventaja?
En principio, la plasticidad es el punto fuerte a favor de las pantallas flexibles, ya que un teléfono celular reduce considerablemente su tamaño al plegarse para guardarlo y, luego, desplegarse para transformarse casi en una tablet en el momento de usarlo. Eso significa una mejor portabilidad, ya que los smartphones o las laptops podrían trasladarse sin ocupar tanto espacio, así como los televisores podrían plegarse para ampliar el espacio de la sala.
Para lograr esto, los demás componentes deberían fabricarse de tal forma que también fueran flexibles.
Sin embargo, esta no es la única ventaja, porque las pantallas flexibles también ofrecen otros beneficios, como mayor resistencia, debido a su flexibilidad, pues son menos propensas a romperse por golpes.
La tecnología OLED es la que permite que se les pueda dar las a las pantallas características de flexibilidad o curvatura.
Breve historia de las pantallas flexibles
Aunque recién ahora empieza a hablarse de pantallas flexibles, el concepto no es tan nuevo. Sucede que todavía no se habían hecho populares debido a que las primeras pantallas flexibles fueron fabricadas sobre la base de la tecnología de la E-Ink o tinta electrónica y, por lo tanto, eran en blanco y negro.
Xerox
En 1974, Xerox produjo el primer panel que se podía doblar, llamado Gyricon. Consistía en una lámina protectora, un plástico con partículas esféricas –en las que una semiesfera era blanca y la otra negra– que flotaban, y una tercera capa con electricidad. Según se activase o no cada esfera eléctricamente, se mostraba en la parte superior la semiesfera blanca o la negra y formaban las letras e imágenes.
Otros temas tratados: más sobre la historia de la pantalla flexible. Tipos de pantallas y tecnologías. Qué dispositivos puedes esperar para el futuro y mucho más, solo tienes que leer completo el Informe USERS 165!
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