Samsung entregó este viernes su reporte trimestral de ganancias, con resultados que no han colmado las expectativas de los inversionistas. La empresa surcoreana reportó ganancias operativas por 8.300 millones de dólares (que significan un aumento del 47% con relación a igual periodo del año pasado) e ingresos de 49.900 millones de dólares; cifras que, si bien son las más altas de su historia, se encuentran por debajo de las estimaciones realizadas en la previa, que hablaban de 8.890 millones de dólares en ganancias operativas.
Asimismo, los accionistas temen que el fabricante siga los pasos de Apple y otras compañías del sector, que actualmente están luchando con la reducción de sus márgenes de ganancias y los problemas para mantener las curvas de innovación en ascenso. En este sentido, las ventas del S4, que se ubican por debajo de lo esperado, responden a una merma en la evolución de la popular familia móvil; para muchos usuarios el salto del S III al nuevo “flagship” de los surcoreanos no es imprescindible, ya que su diseño es similar y ambos ostentan un rendimiento que supera con creces las necesidades básicas para el uso cotidiano.
Esto no significa que el S4 sea un fracaso, ya que desde su lanzamiento lleva más de 20 millones de unidades vendidas (su rival directo, el HTC One, “apenas” ha superado la barrera de los 5 millones de equipos vendidos), una cifra para nada despreciable en un mercado tan disputado como el móvil. Sin embargo, la poderosa terminal de Samsung no ha podido igualar la performance en ventas de terminales como el iPhone 5 o el 4S, quienes en sus respectivos debuts han sido verdaderos sucesos para Apple.
La consecuencia de este desempeño trimestral ha sido la baja en sus acciones (solo este viernes, la baja era del 3%, lo que hace a un 17% desde principios de junio), lo que ha desencadenado a su vez una capitalización de mercado casi 30.000 millones de dólares menor al del balance anterior (cifra que equivale a la suma de las capitalizaciones de Sony y LG). Vale destacar que el negocio móvil representa el 70 por ciento de la facturación global del gigante surcoreano.
“¿Los smartphones de Samsung están terminados? Definitivamente no, aunque su crecimiento ha experimentado una desaceleración producto de las decepcionantes ventas del S4”, indicó Jung Sang-jin, administrador de fondos de Dongbu Asset Management, firma que posee acciones de la empresa. El ejecutivo sostuvo que si bien Samsung tiene muchos proyectos interesantes en carpeta, nadie está seguro de su éxito o su capacidad para impresionar a inversores y consumidores.
“La diversificación es la clave. Samsung tiene que encarar la transición de su negocio activo antes de 2014, ya que su mayor riesgo a futuro es un excesiva dependencia del mercado de smartphones” subrayó Jeff Kim, analista de Hyundai Securities. Por su parte, Brian Park, analista de Tong Yang Securities cree que la incertidumbre está en la estrategia que los surcoreanos emprenderán dentro de la gama baja de dispositivos móviles. Tizen podría ser la solución, aunque por ahora, el futuro de este sistema operativo es incierto.
Fuente: Reuters.com