El GCHQ (Government Communication Headquarters) es la versión británica de la NSA estadounidense. De hecho la organización ha estado involucrada en varios de los casos de espionaje de los que se acusa a la NSA, dado que ambos organismos han colaborado en el pasado. Recientemente un nuevo documento revelado por Edward Snowden ha permitido conocer las herramientas informáticas con las que la GCHQ ha estado trabajando. El organismo de inteligencia ha utilizado estas herramientas para hackear redes sociales y medios de comunicación y plantar información falsa en Internet. El desarrollo del software ha estado a cargo del Joint Threat Research Intelligence Group, conocido también como JTRIG.
El documento que detalla al software fue creado en 2012 y publicado por el periodista Glenn Greenwald. Entre los elementos presentes en la lista encontramos:
- Underpass. Una herramienta que permite cambiar el resultado de las encuestas en línea.
- Silverlord. Permite la disrupción de los sitios basados en videos que tienen contenidos extremistas.
- Changeling. Tiene la capacidad de suplantar direcciones de e-mail y mandar correo utilizando dicha identidad.
- Imperial Barage. Sirve para conectar dos teléfonos en una llamada.
- Spring Bishop. Se encarga de buscar imágenes privadas de objetivos en Facebook.
- Angry Pirate. Deshabilita la cuenta de un usuario en su computadora.
- Elate. Una suite de herramientas para monitorear el uso de la versión británica de eBay.
- Badger. Un software para el envio masivo de e-mails para favorecer campañas de información.
- Gateway. Sirve para incrementar artificialmente el tráfico de un sitio web.
La JTRIG ha señalado en el mismo documento “Si no lo ve aqui, eso no significa que no podemos construirla”.
Lo llamativo de las herramientas desarrolladas por la JTRIG es que en muchos casos apuntan de forma muy específica a ciertas redes sociales. Sobre el nivel de complicidad de las compañías cuyos programas y sitios son afectados solo se pueden realizar especulaciones. Es muy probable que las compañías ignoren que sus sitios son vulnerables al hackeo gubernamental.
Fuentes: Techcrunch, Firstlook