Internet es un medio que le ha provisto a la humanidad de una gran cantidad de beneficios, pero no sin algunos costos y preocupaciones. En particular las acciones de espionaje, muchas veces promocionadas por los gobiernos, son una de las mayores causas de preocupación. La solución a la que parece estar llegando el gobierno ruso es la creación de una red independiente a la que las fuerzas de otros países u organizaciones no puedan acceder.
En efecto, Rusia planea desconectarse del mundo, al menos a nivel digital y durante un periodo de tiempo limitado, a partir del 1 de Abril. Para ello contará con la colaboración de los principales proveedores de Internet en dicho país. Durante este ejercicio se recabará información para realizar correcciones y modificaciones a nivel infraestructura digital.
La iniciativa busca cumplir con lo determinado por una ley aprobada en 2018 por el parlamento ruso. Dicha ley establece que los proveedores en Rusia deben garantizar la independencia del espacio ruso en Internet, la Runet, en caso de agresión extranjera para que sea posible desconectar al país del resto de la Internet.
Básicamente, el gobierno ruso no pretende por ahora aislarse del mundo, pero quiere tener la capacidad de hacerlo y que sus ciudadanos sigan accediendo a una versión de la Internet local en caso de necesidad.
Todos estos esfuerzos han quedado a cargo de la agencia de seguridad en telecomunicaciones, la Roskomnadzor. Esta organización será la encargada de bloquear el contenido prohibido y asegurar las otras comunicaciones.
El Programa Nacional de Economía Digital, que sirve como base de este tipo de proyectos, no es una novedad. En 2017 las autoridades rusas habían anunciado su intención de que para 2020 el tráfico de la red sea un 95% local.
Lo más curioso es que Rusia es un estado que muy a menudo es señalado como promotor de diversas acciones de ciberespionaje. Y es como consecuencia de estas acciones que varios paises de la OTAN han anunciado que planeaban responder con mayor fuerza si se sentían agredidos.