Sam Bankman-Fried, el fundador y ex CEO de FTX, apareció en el ciclo de conferencias del diario New York Times. Durante la entrevista el empresario admitió haber cometido graves errores, sin embargo negó haber intentado intentado defraudar a los inversores y usuarios. Apuntó que no había mezclado fondos de forma intencional.
El ejecutivo también afirmó que el colapso de la empresa lo sorprendió.
Algunos puntos a considerar
Lo cierto es que es difícil creerle a Bankman-Fried. La estructura de FTX incluye una gran cantidad de pequeñas empresas que parecen existir solo para hacer más complicado el seguimiento de sus acciones. Además, Bankman-Fried utilizaba sistemas de mensajería que eliminaban los textos de forma automática y alentaba a sus empleados a hacer lo mismo. La compañía casi no mantenía registros financieros.
Una gran cantidad de fondos fueron utilizados para comprarles propiedades y bienes a los empleados. Bankman justificó la compra de propiedades señalando que la empresa intentaba estimular la radicación de sus empleados en Bahamas. País desde el que él trabaja. Un detalle quizás importante es que el ex CEO adquirió varios inmuebles que puso a nombre de sus padres. Al parecer sus padres no estaban al tanto de esta maniobra.
El padre es un consultor experto en investigación de fraude fiscal. Imaginamos que la situación no le agrada demasiado.
El problema más grave sin embargo fue el uso de fondos para inflar el token de una de las empresas del grupo FTX.
El resultado de todos esos malos manejos son unos USD 10 mil millones perdidos. Un dinero que salió de los bolsillos virtuales de los clientes.
Solo quiere ayudar
Bankman-Fried comentó que sus abogados le recomendaron mantener el silencio, pero el no quería esconderse. Señaló que es su deber explicar lo que había sucedido y ayudar a los clientes de FTX. Que solo quiere ser útil de cualquier forma que sea posible. Lo dicho hace pensar que o bien estamos frente a la persona más ingenua del planeta, la más cínica, o a alguien que se miente a si misma porque no soporta el rechazo.
Presionado sobre lo ocurrido Bankman-Fried negó haber mentido y simplemente admitió que había presentado a FTX de la manera más atractiva posible y con optimismo. A regañadientes apuntó que no había considerado los riesgos.
En pocas palabras: fue sin querer queriendo.
