El gobierno chino estaría imponiendo la descarga de un malware en los smartphones de todos los extranjeros que crucen ciertos puntos de entrada. El programa descarga los mensajes de texto, los registros de las llamadas, las entradas en los calendarios y escanea una gran cantidad de archivos en los dispositivos.
Esta información surge como resultado de una investigación en conjunto del New York Times, The Guardian, Motherboard, NDR y Süddeutsche Zeitung.
Estos medios han descubierto que los turistas que atraviesan la frontera en la región de XinJiang son obligados a entregar sus teléfonos a los guardias.
Los guardias instalan en los dispositivos un malware para Android conocido como BXAQ o Fengcai. Uno de los principales objetivos de este programa es buscar contenido con temáticas islámicas, fragmentos del Corán, archivos sobre el Dalai Lama y por alguna razón temas de una banda japonesa de rock, Unholy Grave.
El Malware también puede ser utilizado para rastrear el movimiento de los usuarios, aunque esta práctica no ha sido confirmada.
En el caso de los iPhones se emplea un dispositivo lector para escanear los dispositivos.
En secreto
La instalación del programa se realiza en secreto y no se tiene todavía conocimiento de que entidad reúne los datos o cómo son utilizados. El programa aparece bajo el ícono por defecto de Android y utiliza el término Feng Cai que no tiene una traducción literal pero se relaciona con la recolección de miel por parte de las abejas.
Una región en conflicto
En el caso del material de naturaleza islámica la búsqueda está relacionada con el conflicto que el gobierno central del país mantiene con la mayoría de raza turca (no la nación en sí). Las ansias separatistas de muchos de los habitantes han sido combatidas con la instalación de campos de re educación, en los que se ha denunciado se mantienen a millones de personas.
XinJiang es una provincia autónoma, lo que en el contexto chino supone que tiene un mayor nivel de independencia que otras provincias.
