Por: Fernando Triveri / SAB, 30 / JUN / 2012

Un error de Google Chrome provocó cuelgues masivos en las nuevas MacBooks

Kernel panic: la imagen más temida por los usuarios de Apple. Un serio problema que afectaba a todos los usuarios de las nuevas MacBook Air de Apple se produjo por una falla en una actualización automática de Google Chrome.

Hace pocos días, los usuarios de los flamantes modelos de Apple MacBook Air contemplaban horrorizados cómo sus equipos se colgaban de manera inesperada mostrando en sus pantallas un error de kernel panic. Este tipo de errores resultan bastante graves porque de acuerdo a las especificaciones de Apple suelen estar relacionados con inconvenientes de hardware.

Los primeros en comprobar el defecto fueron los editores del blog Gizmodo, que luego de realizar una minuciosa investigación concluyeron que este molesto error no se debía a una falla física en las MacBooks, sino que una actualización automática de Google Chrome provocaba que en aquellos equipos con una GPU Intel 4000 (que es la que precisamente poseen las nuevas ultrabooks de Apple) se produjera una fuga de recursos que tarde o temprano terminaba provocando el error de kernel panic.

El equipo de desarrollo de Google Chrome reconoció el problema en su blog de actualizaciones, publicando un parche automático que, según ellos mismos aseguran, “desactiva algunas características de la aceleración de Chrome en las GPUs de Mac con el chip gráfico Intel HD 4000 (por ejemplo, las nuevas MacBook Air), para prevenir la pérdida de recursos que está provocando una falla de kernel panic en ese hardware. Se trata de un cambio temporario mientras trabajamos en la raíz del problema.” Esta solución provisoria al menos le devuelve el alma al cuerpo a muchos preocupados usuarios de Mac, que ya estaban reclamando ayuda a Apple desesperadamente. La solución definitiva con seguridad llegará muy pronto en forma de actualización transparente.

La cuestión pone sobre el tapete si las actualizaciones automáticas son convenientes, o si es el usuario quien debe decidir si desea o no actualizar su software. Existe un viejo refrán que dice: “si funciona, no lo arregles”. Por otra parte, el desinterés o desgano por renovar de algunos provoca por ejemplo la proliferación de navegadores hace ya largo tiempo obsoletos. No sabemos qué fallas corregía Goggle concretamente con esa actualización de Chrome, pero sin dudas esta vez el remedio resultó peor que la enfermedad.

 

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