En ocasiones hemos mencionado que ya no es la misma, que ha cambiado, que el tiempo la ha hecho más sabia y algo más generosa.
Hemos elogiado su apertura a otros sistemas operativos, la generosidad del game pass de Xbox y la ambición de algunos de sus proyectos más experimentales.
Pero los viejos hábitos tardan en morir.
Windows 10 está instalando aplicaciones web de Office sin pedir permiso alguno.
Es como si hubiérmos vuelto unos años al pasado y Microsoft hubiera pisado a pleno el pedal “Estilo Microsoft”.
Al filo de lo tolerable
Todo comenzó con la instalación forzosa de Edge, que ahora no puede eliminarse de una forma sencilla porque es parte de la actualización del sistema operativo.
Muchos usuarios se resignaron, después de todo el navegador de Internet de Microsoft es considerado como bastante bueno.
Las aplicaciones web aparecen a través de este programa. Windows 10 incluso está forzando el reinicio de las computadoras para completar las instalaciones.
Aunque al principio se pensó que solo ocurría con personas dentro del sistema de pruebas de la empresa, también se ha registrado el cambio en equipos por fuera de este grupo.
Existe la posibilidad de que la instalación sea producto de un error.
Impacto
Lo cierto es que las apps, por su naturaleza, no ocupan memoria o consumen recursos. Sin embargo resulta preocupante que el sistema operativo ni pida permiso ni informe sobre lo que está haciendo.
Un problema adicional señalado por los críticos es que al realizar esto cambios como si fueran actualizaciones obligadas se relativiza la importancia de las mismas. Lo que podría producir un impacto negativo en la actitud de los usuarios.
