El gobierno chino le ha ordenado a sus oficiales que no utilicen iPhones o cualquier otro dispositivo de marca extranjera para el trabajo o los lleven a sus oficinas. Para la compañía liderada por Tim Cook la noticia es especialmente inoportuna dado que anticipa el lanzamiento de los nuevos iPhones. Sin embargo, el tema resulta preocupante para todas las empresas extranjeras que operan en China.
Por el momento la distribución no está prohibida, pero la situación se ha vuelto un poco más precaria.
Tensión y espionaje
El temor de los funcionarios chinos es similar al temor que sienten sus pares estadounidenses: el espionaje. En el caso del país norteamericano las empresas que suelen mencionarse como riesgosas son Huawei y TikTok. Obviamente la lista es más extensas.
Lo curioso del caso de Apple es que tanto el gobierno de los Estados Unidos como el de China le han pedido en ocasiones medios de acceso a los datos de los usuarios. Y aunque muchas veces se ha negado otras veces ha cedido.
Tanto China como Estados Unidos ven la tecnología desarrollada por el otro como un factor de riesgo y buscan reducir su presencia. Las disputas políticas y comerciales solo han empeorado la situación.
La inclusión de Apple en las restricciones es significativa dado que la empresa emplea a cientos de miles de personas en China para la fabricación de sus productos. Aunque cabe recordar que Apple está en un proceso de diversificación de su cadena de valor, trasladando una gran parte a otros países, India principalmente.
