Es posible que hayas encontrado esta imagen en algún relato de un de fantasía. Un mar que se extiende sobre el cielo transitado por barcos como los que podríamos ver en otros cuerpos de agua más realistas.
Un equipo de científicos franceses la ha convertido en una realidad, aunque cabe aclarar a una escala mucho menor y con un pequeño truco.
Los investigadores lograron que una capa de líquido flotara en el aire y mantuviera sobre sí un pequeño barco de juguete.
Emmanuel Fort, autor de la presentación sobre el trabajo realizado señaló que el experimento funcionó muy bien y todavía estaba asombrado con los resultados.
Inspiración y adaptación
El trabajo se inspira en un experimento de 1951 en el cual un péndulo fue mantenido hacia arriba de forma indeterminada al ser sometido constantemente a una vibración en la frecuencia correcta.
En este caso la idea era mantener una capa de un líquido en una posición invertida.
Para conseguir este efecto se utilizó glicerina y aceite de silicón que son más viscosos que el agua y soportan mucho mejor las vibraciones.
Efecto
Las vibraciones a 100 ciclos por segundo causaron que las burbujas inyectadas en el líquido fueran empujadas hacia abajo, formando allí un colchón de aire. Al mismo tiempo se produjo un ritmo estable de compresión que mantuvo el líquido intacto.
Cuando se formaba algún tipo de goteo las fuerza hacia arriba del colchón de aire lo empujaba hacia la capa.
Consecuencia inesperada
Lo que los científicos no esperaban era encontrar un segundo efecto con igual o mucho más color que el anterior. Fue posible ubicar un segundo barco de juguete en la parte inferior del líquido flotando cabeza abajo.
Esto sucede porque el aire por debajo del líquido es más denso y empuja el bote hacia el líquido, contrarrestando así la fuerza de gravedad.
Aunque todavía queda por estudiar las posibles aplicaciones prácticas, por el momento los científicos han recibido complacidos el aspecto casi poético de la investigación.
