Andrew Ferguson (en imagen), el jefe de la Comisión Federal de Comercio, le ha enviado una carta a las grandes compañías de tecnología e Internet en Estados Unidos en la que les advierte que no deben cumplir con ciertas exigencias de los gobiernos extranjeros. En particular alerta contra cualquier acto de censura o debilitamiento de los sistemas de encriptado. De no mantenerse firmes podrían sufrir consecuencias a manos del gobierno estadounidense.
El funcionario señala que la actual administración ha dado fin al uso del gobierno contra las libertades de los ciudadanos estadounidenses. Pero ahora son los gobiernos extranjeros los que aparecen como una amenaza. La advertencia es general y no especifica países o leyes.
El acta de la discordia
En paralelo a estas declaraciones EEUU ha amenazado con imponer aranceles a los países europeos que implementen el Acta de Servicios Digitales. Esta ley busca asegurar el respeto de los derechos de los ciudadano europeos en relación con las grandes compañías del sector informático. Entre las problemáticas tratadas aparecen las campañas de desinformación. Sectores conservadores en el país norteamericano ha menudo han argumentado que el verdadero objetivo de las acciones contra la desinformación es censurar sus voces.
Al margen del acta de servicios, hay casos puntuales en los que algunos gobiernos parecen haberse pasado un poco de la raya. Reino Unido había exigido un puerta trasera para los iPhone. Tal pedido parece haber sido descartado.
En defensa de las compañías
Es importante notar que EEUU no parece estar interesado solo en lo que puedan o no hacer sus ciudadanos. En el fondo está defendiendo los intereses de sus empresas. Muchas compañías afrontan costos extras para implementar los mecanismos exigidos por el acta europea. También deben reformar sus negocios.