El gobierno de los Estados Unidos ha decidido interrumpir la compra de los lentes con opciones de realidad aumentada basados en la tecnología HoloLens de Microsoft. Sin embargo ha accedido a suministrar unos USD 40 millones para el desarrollo de una nueva versión.
Aunque esta cantidad de dinero no es nada despreciable, no se compara con los cientos de millones en compras. En 2022 las adquisiciones habían sido reducidas de unos USD 400 millones a unos USD 50 millones, ahora esa cifra ha caído a cero.
Las pruebas
Durante el año pasado unos 70 soldados utilizaron el equipo en simulaciones de combate de 72 horas. Esto puede parece mucho para un dispositivo electrónico, pero es una exigencia lógica para el combate. También hay que tener en cuenta que los anteojos no necesitan ser empleados todo el tiempo.
Técnicamente las unidades IVAS cumplían con las funciones para las que habían sido diseñadas. Sin embargo, los dispositivos producían una serie de malestares en los usuarios. Entre los problemas señalados se encontraban: nauseas, mareos, dolores de cabeza y cansancio ocular.
Dudas sobre el uso de realidad aumentada en el ejercito de los Estados Unidos
En el 80% de los casos estos efectos se sintieron luego de apenas unas tres horas de uso.
A pesar de los problemas
Lo señalado puede dar la impresión de que los lentes de realidad aumentada van camino a quedar en el olvido. Aunque esa siempre es una posibilidad, por ahora no está en los planes del ejército. Durante la próxima década se espera gastar unos USD 21.900 millones para la compra de más de 121 mil lentes.
Claro está, siempre y cuando funcionen como es debido.
