MIE, 8 / ABR / 2009

Feedback – Windows y sus malditos errores

Carteles sorpresivos y fatídicas pantallas azules interrumpen las acciones en los diferentes sistemas operativos de Microsoft, provocando las peores pesadillas para sus usuarios.

Carteles sorpresivos y fatídicas pantallas azules interrumpen las acciones en los diferentes sistemas operativos de Microsoft, provocando las peores pesadillas para sus usuarios. Un pequeño recorrido histórico por más de 25 años de dolores de cabeza.

“Este programa ha detectado un error fatal y debe cerrarse”. Esa frase seguida de un cartel con fondo gris, un poco de azul en la parte superior y letras en negrita, debe de ser una de las causas de acidez crónica que tienen que sufrir a diario los usuarios de Windows. De nada sirve implorar ayuda al conjuro mágico . Todos los que recibieron este catastrófico mensaje saben que inevitablemente perderán aquel archivo y nada pueden hacer para recuperarlo.

Ya sean las memorias de nuestra vida, la planilla de sueldos del trabajo o esas fotos sucias que nos mandaron por mail, todos sentimos que nos están robando algo, y esta vez no es culpa de la inseguridad, sino del bastardo de Bill Gates y sus secuaces, que dominan el mundo a través de los condenados mensajes de error. Sólo los Gobiernos nacionales tienen tal cantidad de problemas y errores sin solución alguna.

Windows 7 recién está saliendo al mercado. Sin embargo, aún no sabemos si con esta nueva versión nos habremos librado de los fatídicos mensajes satánicos. Desde esta columna instamos a hacer un recuento de los típicos carteles que han hecho que nos acordemos generalmente de todos los parientes de los programadores del gigante monopólico.

Los cartelitos, el ding y el chan

A medida que los Windows fueron avanzando, pudimos realizar más actividades. Con las ventanas 95, 98 y Second Edition, comenzamos a abandonar para siempre el DOS, lo cual nos enfrentaba al problema de compatibilidad cuando los juegos viejos no podían acostumbrarse al avance de los 32 bits. Internet dejó de ser un secreto de los organismos de defensa y empezó a ser utilizado en los hogares. La pornografía también abandonaba su formato de papel para comenzar a circular en formato JPG o HTML, tardando una eternidad en desplegarse.

Ni Bill Gates puede solucionar la Pantalla Azul de la Muerte

Ni Bill Gates puede solucionar la Pantalla Azul de la Muerte

De la pantalla negra a la azul

La prehistoria del boom de las computadoras en casa surge con el DOS como sistema principal. ¿Cómo olvidarse de la pantalla totalmente negra seguida de un guión parpadeando sin cesar? Podían pasar muchos minutos y hasta años frente al C:> (mejor conocido como prompt), donde se nos indicaba el directorio en el que nos encontrábamos. ¿Y ahora? ¿Quién podrá ayudarnos? Nada menos que el dir, que nos mostraba a una velocidad supersónica todos los archivos, sólo leídos en su totalidad por unos pocos seres humanos. Para el resto de los mortales, se inventó el dir/p, que nos mostraba la lista de archivos en bloque, o en su defecto, el dir/w.

Antes de la irrupción de los “compact discs”, otro cd era famoso en DOS: con él podíamos abrir directorios (¡así se llamaban las carpetas!). Para aquel entonces recibimos nuestros primeros mensajes malditos: “Nombre de archivo incorrecto”, “El sistema no puede encontrar el texto del mensaje”, por sólo nombrar algunos. Esos comandos se mostraban constantemente hasta llegar finalmente aun archivo .exe. No convenía ni siquiera pensar en copiar un archivo, ya que tomaría meses de aprendizaje. Era simplemente exasperante. Esa pantalla negra no quería irse nunca más de nuestras retinas.

Finalmente, en 1985, la empresa creada por Bill Gates trajo a este mundo el sistema Windows, por el cual empezamos a abrir y cerrar ventanas, aunque no fue con Windows 95 que se entró en la masividad. La pantalla negra, si bien hacía su aparición cuando encendíamos la máquina, mágicamente desaparecía para dar paso a otra con diferentes símbolos y un cursor de ratón acompañado de una curiosa melodía. De golpe se hacía más fácil abrir archivos. Había confianza en presionar cualquier tecla para continuar, se podían realizar cartas o planillas gracias a Office, que jubiló para siempre a las máquinas de escribir, y hasta descubrimos cómo jugar al solitario; actividades que hoy en día son totalmente habituales, aunque Internet era un proyecto en desarrollo por aquel entonces.

Sería bueno tener estas opciones, ¿no?

Sería bueno tener estas opciones, ¿no?

No obstante, los conocedores de programación comenzaron a advertir cierta inestabilidad en el sistema operativo. Al parecer, las computadoras podían “colgarse” sin necesidad de que se las hubiera sentenciado con la pena capital por un juez. Es más, ni siquiera utilizaban una cuerda para ello. No tardaron en hacerse conocidas las fatídicas pantallas azules de la muerte (o pantallazo azul), que nos anunciaban un error en la PC seguido por una serie de números incomprensibles. Aprendimos a utilizar teclas desconocidas como , y , y como si fueran la solución a todos los problemas de la vida. Todavía asusta ese aterrador azul junto al sonido de esas teclas cuando la PC no reacciona y Windows nos deja librados a nuestra suerte.

Los errores también evolucionaron en diferentes formas. Los carteles, acompañados por el sonido correspondiente, nos avisaban de cada acción que deseábamos realizar. Al parecer, Windows es muy inseguro, porque constantemente nos pregunta si estamos seguros de lo que vamos a realizar. El “ding” servía para advertirnos de las consecuencias de continuar.

Si uno avanzaba en un documento o un archivo sin guardarlo previamente, allí estaba el mensaje que nos avisaba del olvido. En ello, Windows siempre fue muy amable de advertirnos hasta ponerse pesado. Claro que si nos equivocábamos de botón, perdíamos. Sólo faltaba el mensaje “Te lo dije” en el sistema. El sonido que todos odiaban era el “chan”.

Ese ruido era el índice de que algo había fallado y que no se podía volver atrás. Failure, Fatal Error, El sistema debe reiniciar, Modo a prueba de fallos… Windows siempre trae malas noticias cuando es antecedido por el repudiado “chan”. A la ya conocida pantalla azul, se incorporaron problemas anunciados por cartelitos que nos cerraban nuestros archivos, o no aceptaban dispositivos ni hardware alguno.

Es la única forma en que aceptamos una pantalla azul.

Es la única forma en que aceptamos una pantalla azul.

Del Me (Millennium error) al XP delator

Sin lugar a dudas, los sistemas operativos de Windows han sido éxitos de venta inmediatos y se han transformado en iconos. Aunque hay que realizar una excepción en el siempre odiado y repudiado Millennium Edition.

Windows Me iba a ser el nexo entre el 98 y el futuro XP. Sin embargo, el único avance que ob servamos fue en la cantidad de carteles de error y sonidos molestos. Desde la quema de libros en la Inquisición y la eliminación de archivos secretos de la CIA y el FBI, que no se perdían tantos archivos y no se lograba recuperar programas. Se cuelga más que un fanático de reggae; la única diferencia es que no uno no se ríe con él, sino que insulta a la máquina a más no poder.

El siguiente sistema operativo, Windows XP, superó las expectativas generadas por el fallido Me, aunque también llevó los errores y las ad vertencias a un nuevo nivel. Es especialmente conocido por dos carteles que todo el mundo ha recibido en algún momento. Por un lado, las advertencias del Service Pack para actualizarlo constantemente, y por otro, los carteles de error que dan la opción de enviar un informe a Mi crosoft para solucionarlo en un futuro.

El único problema es que siempre anda detectando si nuestro Windows es original o no, por lo que se transforma en una especie de sistema delator, amenazando con llamar a la empresa o desactivarse (algo que nunca ocurre). Parafraseando a Quico: “Te voy a acusar con mi mamá”.

No hace falta especificar sobre las advertencias en el fallido Windows Vista. Este sistema pregunta más veces sobre las acciones realizadas en la PC y más Service Packs sin sentido. Esperamos Windows 7 con la esperanza de eliminar para siempre estos errores que nos dejan lamentándonos por horas. Maldición. Se me colgó Internet otra vez, menos mal que guardé el artículo. ¡Maldito Windows Me!.

Definitivamente, Windows está en todo.

Definitivamente, Windows está en todo.

Nicolás Tedeschinintedeschini@hotmail.com

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