Foxconn es la principal factoría de productos electrónicos del mundo, elegida por las marcas más importantes debido a su insuperable capacidad de producción y a sus bajos costos. Sin embargo, debajo de esa fachada de empresa modelo han aparecido muchos puntos oscuros, denunciados tanto por la prensa como por algunos de sus propios clientes: condiciones laborales indignas, contratación ilegal de menores de edad y hasta numerosos suicidios de empleados incapaces de soportar la tremenda presión a la que se encontraban sometidos.
Observando que la situación ya se estaba saliendo de control, Apple -uno de los principales clientes de Foxconn- solicitó una revisión de la fábrica de origen taiwanés por parte de la Fair Labor Association, una ONG que se dedica a la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores a nivel mundial.
Como resultado, la Fair Labor Association elaboró un plan de acción cuyo paso fundamental consiste en aumentar el número de representantes sindicales de la empresa, que posee más de un millón de empleados. Foxconn accedió a llevar a cabo los requerimientos de la ONG y aseguró que no intervendrá en el proceso de elecciones, dejando que los propios trabajadores elijan a sus delegados gremiales.
Otras de las medidas propuestas por la FLA ya fueron aplicadas por Foxconn: aumentos salariales, períodos de descanso más extensos y la instalación de sitios para esparcimiento de los empleados. Sin embargo, la principal medida será sin dudas el aumento de la representación sindical, de manera que el personal de la megafactoría tenga mayor capacidad para controlar y defender con mayor fuerza sus derechos laborales.
Algunos analistas se muestran escépticos con esta medida, ya que aducen que los resultados serán positivos o negativos según el nivel de los representantes que surjan de las votaciones y de la buena o mala relación que sostengan con la patronal. Pese a todo, los directivos de Foxconn saben que de alguna manera necesitan revertir la deplorable imagen que han mostrado en los últimos tiempos y que provocaron la irritación de clientes tan importantes como Apple, HP, Dell, Nintendo o Sony, y por lo tanto deberán otorgarle una mayor calidad laboral a sus trabajadores a toda costa.
