La nueva ley antipiratería Stop Online Piracy Act (SOPA) amenaza con convertirse en un punto de inflexión en el modo de funcionamiento de Internet. La misma busca poder cerrar cualquier sitio sospechado de contener material que viole derechos de autor o propiedad intelectual.
La situación ha obligado a las firmas tecnológicas a una tomar postura al respecto. Y es esta situación la que tal vez pueda llegar a generar rispideces en la industria. Firmas como Twitter, Yahoo, Facebook, Google y Mozilla han mostrado su descontento respecto a la posible promulgación de ésta ley.
Del otrolado, la Bussiness Software Alliance se ha manifestado públicamente a favor de esta ley. ¿Cuál es el problema? Que la BSA aglomera a varios de los grandes nombres de la tecnología, entre ellos Microsoft, Adobe, Apple, Intel y Dell. De todas maneras, y entendiendo la sensibilidad del asunto, varias de éstas compañía han evitado pronunciarse sobre la ley SOPA, según afirma The Next Web.
Twitter, en cambio, fue una de las firmas que tomó una postura activa con respecto a la legislación, logrando que en una hora llegaran más de 23mil correos electrónicos de ciudadanos a congresistas, manifestándose en contra del proyecto.
El llamado “Muro de Internet”, en el caso de ser finalmente reglamentado, regirá para todos los sitios. Esto significa que ningún sitio quedará exento de una infracción ya que la ley estipula que serán sancionados aquellos sitios que contengan material protegido, quienes faciliten el uso de esos contenidos y quienes provean herramientas que faciliten la descarga de los mismos.
Fayerwayer considera que la reglamentación se torna todavía más confusa respecto al alcance de su accionar, ya que serán bloqueados los proveedores de servicios que no tomen medidas ante la alta probabilidad de una infracción. Según el portal, con esta ambigua redacción de ley, no haría falta una orden judicial para bloquear un sitio, sólo alcanzaría con considerarlo sospechoso.
Los sitios advertidos por infringir esta reglamentación se verán sometidos a una serie de avisos para rectificarse y a una censura financiera por parte de sus principales fuentes de sustento económico (Paypal, tarjetas de crédito, etc) para asíobligarlos a detener sus operaciones.
Todo indica que la batalla será larga y que esto solo forma parte de uno de sus primeros capítulos. Será cuestión de seguir atentos a su desarrollo.