JUE, 18 / DIC / 2014

La revolución Cloud

La nube no es solo una nueva posibilidad técnica, no solo se trata de un método más económico para los centros de datos de las empresas. Es una revolución en el modo de trabajo. En este artículo damos un vistazo al fenómeno con empresas y ejecutivos de referencia.

Nuestra intención con este artículo fue investigar la actualidad, los desafíos y las perspectivas a futuro de una tendencia que cada día cobra más fuerza. El Cloud Computing aparece como una continuidad casi natural de las posibilidades técnicas que abrió la Internet, y surge una opción obligada, lógica y casi obvia para los dispositivos móviles.

Para este artículo contamos con la colaboración de Martín Rigueiro de Telefónica, Mariela Bravo de Intel, Ezequiel Glinsky de Microsoft, Esteban Samartín de SAP y Horacio Cuervo de IBM.

Características de la nube

El Cloud, trabajo en la nube o Cloud Computing, es uno de los tópicos más importantes del momento en el universo de la informática y el ámbito empresarial. Una breve definición puede sostener que se trata del paso de herramientas de trabajo y espacios de almacenaje y transmisión de información a los servidores online. La primera parte de esta afirmación puede ser la más importante para diferenciar el fenómeno de otras experiencias anteriores en las que se utilizaban herramientas de la red para el ámbito laboral. Antes podíamos escribir un documento, mandarlo por mail o subirlo a un sitio, esperábamos que un colega de trabajo lo bajara y realizara modificaciones, luego lo volvía a subir, etcétera. Quizás hay mucho de nube -en el sentido de lo online- en dicho ejemplo, pero el cómputo, el trabajo, se produce offline. La novedad es que ahora el procesador de texto está en la red y el archivo también se guarda en ese espacio virtual (al margen de copias en dispositivos y sistemas de sincronización). Por otro lado, dos aspectos cruciales son el nivel de integración de los servicios y las herramientas.

Además del aspecto técnico el Cloud es un fenómeno social y una revolución para el modo en que trabajan y se organizan las empresas. En la nube también hay herramientas para tareas y actividades del ámbito personal. Sin embargo, resulta claro que es la esfera empresarial la que ha terminado de definir el fenómeno y le ha dado su identidad. Quienes trabajan con el modelo Cloud se enfrentan a posibilidades, beneficios, desafíos y problemáticas diferentes a quienes permanecen en un mundo offline.

Crecimiento y participación en el mercado

Según datos de Synergy Research Group, contando todos los tipos de servicios Cloud, la primera empresa a nivel mundial es Amazon con 27% del mercado. Microsoft aparece en segundo lugar con el 8%, IBM tiene el 6,5%, Salesforce el 6% y Google alcanza el 4,5%. En términos de crecimiento Microsoft presentó un nivel del 154%, mientras que en segundo lugar se ubicó IBM con un 80%, Amazon aparece en tercer lugar con un 67%, mientras que Google alcanzó un 60% y Salesforce un 37%.

Tendencias de alto vuelo

Un aspecto muy interesante del Cloud Computing es que está ligado a otros grandes movimientos dentro del universo de la computación y las empresas. No es un vínculo puramente generacional o de posibilidad técnica, sino también de lógica y casi simbiosis. En algún punto, si observamos desde una perspectiva estratégica general pareciera que hablamos de un mismo fenómeno.

El primer aspecto es el crecimiento del uso de dispositivos móviles. En tanto estos artefactos implican la posibilidad de uso en diferentes ámbitos, lejanos muchas veces de oficinas y otros ámbitos laborales, la necesidad de una red con un alcance superior a una LAN es una obviedad. Por otro lado, en muchos casos las limitaciones técnicas en cuanto a memoria y capacidad de cómputo exigen que las aplicaciones desarrolladas para estos dispositivos tengan un elemento de Cloud Computing.

Los dispositivos móviles también han dado impulso a un segundo aspecto que tiene que ver con el uso de dispositivos propios en las oficinas, o BYOD. La tecnología de la nube tiene un papel muy importante en tanto facilita en gran medida la adopción de esta práctica, dado que solventa los problemas de las diferencias en términos de sistemas operativos que puede haber de un artefacto a otro.

El BYOD comparte además con el Cloud la impronta de otra tendencia, que es la consumerización o el traslado de herramientas utilizadas en el ámbito privado al ámbito laboral. Aunque es cierto que el Cloud excede dicho fenómeno, es la computación en la nube la que expande el potencial de las herramientas de uso cotidiano. La nube es la fuerza motora de todas estas tendencias que marcan nuevas formas de trabajar y de organizarse.

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