Por: Juan Castiglione / MIE, 10 / OCT / 2012

“Los estándares son buenos para los consumidores, pero malos para la innovación”

Referente de la industria de software latinoamericana, Breogán Gonda – fundador de Artech – reflexiona sobre el mercado, los nuevos paradigmas del universo tecnológico y la cuestión de comenzar, hoy en día, con una startup con capital cero.

Breogán Gonda es, sin dudas, una voz autorizada dentro de la industria de software latinoamericana. Fundador y presidente de la firma uruguaya Artech y creador de la exitosa plataforma de desarrollo GeneXus, el ingeniero confirmó en el recientemente finalizado GrowingPass XXII Encuentro GeneXus su alejamiento de las tareas operativas de la compañía, para enfocarse en la investigación, la estrategia y el desarrollo educativo.

Momentos antes, en charla con RedUSERS.com, dio su balance sobre el evento que año a año reúne a miles de desarrolladores y emprendedores de América Latina, los nuevos paradigmas de una industria en constante renovación y los desafíos que enfrentará la nueva versión de GeneXus, la Evolution 2.

Ya concluyendo el evento ¿Qué balance puede hacer del mismo?

Ha sido una edición muy buena, con gran participación de todo el mundo y la tranquilidad de que, a lo que ya habíamos hecho en todos estos años con smart devices, se ha sumado el anuncio de que vamos a soportar Windows 8. Esto da tranquilidad a nuestros clientes ya que, básicamente, son corporaciones y casi la totalidad de ellos son usuarios de Windows, por lo que es bueno que no haya una discontinuidad. Esto genera un entusiasmo que confirma el buen momento que estamos atravesando.

¿Qué impresiones le ha dejado esta edición sobre la actualidad del mercado latinoamericano?

La situación es distinta en cada país, pero hay una realidad común: la tecnología es cada vez más necesaria, no se salva nadie de eso. Pienso que vamos a tener un buen año en cuanto a ventas y un año excelente en cuanto a realizaciones, que son mucho más importantes que las ventas.

¿Atribuye estas perspectivas a la inserción de cada vez más desarrolladores en la industria?

Existe una certeza: Cada vez es más claro para nuestros clientes que no se puede desarrollar a mano. Nosotros siempre hemos tenido un plus importante en cuanto al aumento de productividad, esto significa una disminución importante de los costos para hacer lo mismo. Pero hoy, por un lado, las aplicaciones son cada vez más complejas. Segundo, las aplicaciones que nosotros hacemos son aplicaciones corporativas que tienen un pedazo de comunicación con el mundo, y ese pedazo seguirá siendo vía web y smart devices. Aquí el tema es que el cliente no puede optar por una plataforma y, en cambio, tiene que generar para todas porque de lo contrario está renunciando a una parte del mercado. Este es uno de nuestros puntos más fuertes. Es muy difícil que las empresas cambien de plataforma. Una vez en la vida cambian. Nosotros permitimos no cambiar de plataforma, sino utilizar simultáneamente un monton de ellas, lo cual es muy bueno.

¿Esto quiere decir que para las compañías la premisa actual es convivir con múltiples plataformas al mismo tiempo?

No es decidirse por una. Es asumir que las compañías perdieron la capacidad de decisión, que ha sido transferida al usuario final. En la llamada era del usuario, de la cual venimos hablando hace casi 30 años, hay hitos. Hasta el año 95, con la liberación de internet para fines comerciales, era hablar por hablar. La web cambió mucho las cosas y yo diría que los smart devices representan un cambio tan grande – o más – que el de Internet. La velocidad hoy es mayor, cuando explotó internet nosotros ya teníamos generadores, pero llevó 5 años de convencimiento a los clientes sobre la posibilidades de la web, ya que lo veían como algo interesante, pero más lúdico. Hoy, a dos años del lanzamiento del iPad, que para mí ha sido la gran revolución en el rubro, ya existen muchas aplicaciones realmente corporativas para smart devices. Esto refleja como la velocidad de adopción de las nuevas tecnologías es ahora mucho más alta.

¿Hoy existe menos miedo a pisar terreno desconocido?

Tu puedes tomar o no la decisión, pero tu competidor la va a tomar. Además, en el año 95 el mundo estaba en una situación más “normal”, hoy está en una situación de “corre por tu vida”. Entonces ¿Qué tipo de aplicaciones se están haciendo? Las hay de todo tipo, pero las que tienen prioridad absoluta para los empresarios son aquellas que ayudan a vender en su negocio tradicional.

¿Cómo se posiciona GeneXus en un mundo donde se generan y registran cada vez más datos?

Nosotros ayudamos mucho a poder administrar esos datos.

¿Han tenido que adaptarse?

Siempre estuvimos preparados para eso. Ahora, es posible que en el futuro las cosas cambien. Por ejemplo, hoy las bases de datos relacionales dominan prácticamente el 100% del mercado de negocios. ¿Eso es suficiente? No, ¿Cómo se da ese cambio? Bueno, son un estándar  y los estándares son muy buenos para los consumidores – porque saben a qué atenerse – pero son muy malos para la innovación.  Esto quiere decir que hay cosas que los grandes jugadores no van a resolver, pero nosotros debemos resolver los problemas de nuestros clientes. Nunca vamos a hacer lo que otros hacen mejor que nosotros, eso sería tonto. Pero en cuanto no haya una evolución firme de los sistemas de gerencia de bases de datos, en el sentido de soportar cosas que hoy no soportan, tendremos que hacer agregados y generar por nuestra cuenta esos cambios.

Dos tecnologías que han sido protagonistas excluyentes del encuentro son la Nube y los dispositivos móviles inteligentes. ¿Cuál es el futuro de Artech de la mano de dichos avances?

Con la generación anterior de smart devices, que corrían con Windows Mobile, nosotros teníamos un buen generador y un grupo importante de usuarios. Estos en general tomaban pedidos offline que luego sincronizaban. El argumento de dicha acción era que lo hacían porque no había buena conectividad. Diez años después, el argumento que se sigue usando es el mismo y, en general, no es cierto. Con GeneXus estamos liberando dentro de poco la versión offline de transacciones diferidas, en búsqueda de minimizar los abortos. Esto va a resolver el problema de los pedidos offline, un problema que no existe pero del que se argumenta mucho. Yo diría que hay otro problema: un monstruoso mercado. El cliente final no tiene plan de datos, en la mayoría de los casos, entonces necesita el offline por eso. Hay una enorme cantidad de aplicaciones que crearán un mercado enorme cuando este libre el offline.

En cuanto a la nube, hay una resistencia al cambio. Hoy están funcionando cosas realmente importantes sobre esa plataforma, como así también cosas chicas. La Nube que pensó IBM fue para gigantescos centros para empresas, pero sirve mucho más para aquellas pequeñas aplicaciones que uno no tendría posibilidad de ponerlas en el aire porque solo la logística la invalida.

En cierto sentido democratizó el acceso a este tipo de soluciones, abriendo el mercado a infinidad de pequeñas compañías.

Exacto, ha democratizado. Y ha permitido no tener que hacer una inversión inicial, que es muy difícil, porque si quiero hacer lo mismo que hago en la nube necesito servidores que no son baratos, necesito confiabilidad, redundancia, etc.

¿Lo ha sorprendido la cantidad de emprendedores independientes que han asistido al evento? Cuál es su visión teniendo en cuenta que Artech comenzó prácticamente como una StartUp.

Pienso que hay un problema filosófico, que va cambiando. Uruguay es un país donde la mayoría de la población piensa en un empleo que dure toda la vida, y si es un empleo público, mejor. Esta mentalidad va a cambiar, pero son muy pocos aún los que se animan.

¿Siguen siendo los mismos paradigmas que hace 30 años?

Les diría que busquen una buena idea. Nada se puede hacer sin una buena idea. Pero la buena idea tampoco es segura. Después de tener una buena idea hay que matarse para hacerla funcionar. Eso funcionó siempre y hoy funciona más.

¿Hoy hay más herramientas que las que existían cuando comenzó Artech?

Si, Hace 28 años comprarle algo a una pequeña empresa de software era impensable. El cliente le compraba a IBM o a algo santificado por IBM, cosas por el estilo. Pero que apareciera una empresa pequeña, en un momento donde no existía el concepto de industria del software local, ni en Uruguay ni en ninguno de los países de la región, fue importante. Hoy existen un montón de firmas de software importantes que nacieron con capital cero ¿Cómo se crece? Hay un primer escalón y hasta esa meta la única forma de crecer es partiendo de una buena idea, mucho esfuerzo y dedicación y reinvirtiendo todo.

También ha cambiado el cliente.

Hoy el cliente es mucho más receptivo. El cliente no te hace un favor cuando te está dando un proyecto. Estás resolviendo un problema de él. Te va a exigir que cumplas. ¿Cuantas veces puedes no cumplir? Una, porque después de eso no existes más. Cada vez hay menos fracasos; hoy los grandes desastres que existían hace unos años, donde una pequeña firma se metía a hacer un proyecto y luego no le daba la fuerza, no ocurren con la frecuencia con que los veíamos hace 15 años. Se ha reducido el margen de error. Se ha profesionalizado mucho.

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