Nuestra visita a Tierra del Fuego no sólo sirvió para “develar” lo que se hace en las fábricas del polo tecnológico allí instaladas, sino que además abrió la puerta a varios debates, algunos muy “calientes”. Uno de ellos es la discusión que empezó incluso antes del viaje, respecto a si lo que allí se hace es fabricación o ensamblaje. Y a pesar de los muchos videos y testimonios que trajimos, el tema sigue generando dudas. Pero eso no es todo, ya que además está el tema de los precios de los productos que se producen en el sur.
En el primero de los artículos que publicamos al respecto, que ya superó las 10.000 visitas y 210 comentarios, el propio René Ceballos, Gerente de Ingeniería de NewSan y protagonista de una de nuestras entrevistas, nos dejó un extenso comentario aclarando varios puntos, principalmente en relación a temas que muchos analizan con sólo un par de datos generados a partir de trascendidos, y que en realidad tienen un contexto y suma de ecuaciones muy complejos detrás.
Nos pareció impecable su aporte, a tal punto que decidimos que era un desperdicio dejarlo casi “perdido en la oleada comentarios”. Por eso lo rescatamos y lo convertimos en una nota, que despejará muchísimas de las inquietudes que vienen dejando nuestros lectores. Sin más, vamos entonces al testimonio.
Hola a todos.
Gracias a todos por el debate, y a Andrés por la visita y la nota, considerando el poco tiempo con el que se realizó está muy bien producida (o debo decir ‘ensamblada’? heh).
Me llamo René Ceballos y soy Gerente de Ingeniería en NewSan. Trabajo en Tierra del Fuego desde hace 25 años, de los cuales 22 fueron en NewSan.
Quería darles mi punto de vista sobre algunos items en discusión. Por favor tomen esto como representando mis propias visiones e intereses, y no los de NewSan.
Ensamblar vs. Fabricar
Gracias a mi trabajo, he tenido la oportunidad de visitar muchísimas plantas de producción en todo el mundo, de los distintos productos en el portfolio de NewSan: TV, LCD, Plasma, Audio, Celulares, Aire Acondicionado, Camcorders, Cámaras Digitales y Notebooks.
La imagen en la cual a una fábrica entran materias primas básicas (tales como metal y arena) por un lado y salen productos electrónicos listos para el consumo por el otro es, en mi visión, un mito urbano. No conozco ninguna planta que sea así.
Los productos electrónicos están hoy guiados por el avance en los semiconductores. Las plantas que los producen están en manos de pocas compañias, tales como Intel, Samsung, Qualcomm, nVidia, AMD, etc. Cuando en general se mencionan los semiconductores, se tiende a pensar en los microprocesadores. Sin embargo, a partir del boom de los displays LCD/TFT (que son esencialmente semiconductores) y la iluminación por LED, éstos desplazaron a los circuitos integrados de los primeros lugares en términos de volumen económico.
Estas pocas empresas se reparten el volumen mundial de consumo de semiconductores. Ya sea que el producto se haga en China, USA, Mexico, Brasil o Argentina, hay un puñado de proveedores entre las cuales elegir componentes.
Este escenario es igual para cualquier producto moderno. Considerando una Notebook: la CPU y el chipset van a ser Intel o AMD, el procesador de video va a ser Intel, AMD, o nVidia, la memoria va a ser una de las 50 marcas comerciales hechas con los chips provistos por una de las diez empresas dueñas del mercado (Samsung, LG, Toshiba, etc.), el wi-fi/bluetooth va a ser Qualcomm o Broadcom, el display va a ser Samsung, AUO, etc.
Una notebooks cualquiera, en 2011, se “diseña” a partir de una colección de commodities de mercado. Como ejemplo, quisiera presentar este caso de una tablet Motorola, la Xoom. Este es el ‘teardown‘ de la tableta, realizado por iSupply.
Pueden ver que el Display es AUO, la memoria es Toshiba, el video es nVidia, la RF/Power mgmnt es Qualcomm, los detectores posición, acelerómetro y giróscopo son Kionix/ST Microelectronics, etc. Hoy en día, aún partes que uno podría pensar son menos ‘tecnológicas’, como las baterías, son partes de mucho desarrollo y concentradas en unos pocos proveedores. En ese reporte se pueden ver los precios de los componentes. Para este producto, los semiconductores componen el 85% del costo total.
No conozco una sola empresa que produzca HD’s, memorias, CPU’s y las notebooks que los usan. De hecho, esto no sería un modelo de negocio válido. La inversión requerida para poder montar una planta que produzca CPU’s es monstruosa. Solamente tiene sentido en un contexto en el que se vende globalmente. Ni siquiera en mercados mucho mayores que el nuestro como el de USA, estas plantas tienen sentido.
Ahora, una planta en China que produzca la tableta mencionada… ¿fabrica o ensambla?
Recibe el display, el touchpad, la batería, el procesador, la memoria, los sensores y todos los demás semiconductores, las partes plásticas y metálicas, y el material de embalaje, manual y bolsitas de otras plantas. Lo que hace es generar un proceso para, en base a estos componentes, producir una tableta. Hace inserción automática de todos los componentes en las placas, las testea, y luego lleva estas placas a la línea de montaje en donde se convierte en tableta.
Cualquiera que sea la definición que se le de a este proceso, refleja exactamente lo que hacemos en NewSan. Recibimos los semiconductores (incluyendo la CPU, chipset, etc.) y demás componentes electrónicos en rollos y bandejas del fabricante, y los montamos en las placas usando nuestras 16 líneas de SMT (alrededor de US$ 2 millones cada una). Las verificamos usando máquinas de reconocimiento óptico de última generación. Las soldamos usando hornos de reflow, luego de aplicar pasta de soldar por serigrafía. Las probamos estáticamente usando In Circuit Testers, y dinámicamente usando simuladores. Luego llevamos las placas a las líneas de montaje, donde les agregamos los demás componentes “enchufables” (HD, Memoria, etc.), las testeamos y las embalamos.
No obstante, no es mi intención sugerir que este proceso refleja la mejor realidad que podríamos tener.
Por ejemplo, las disposiciones regulatorias vigentes nos obligan a que todo el material de embalaje que usamos sea producido en Argentina.
Consecuentemente, las cajas de cartón de embalaje se hacen en Buenos Aires. El telgopor de protección se inyecta en Río Grande (también en Tierra del Fuego). Adicionalmente, los gabinetes plásticos y las botoneras de todos los TV y varios LCD (los de mayor volumen de ventas) se inyectan y pintan en Ushuaia. Los manuales del usuario y todas las etiquetas se imprimen en Ushuaia y en Buenos Aires. Los separadores plásticos, las cintas y las bolsas son también producidos en Argentina. Todo esto, aunque parezca poco, da empleo a mucha gente y genera actividad económica.
El año pasado el gobierno intentó aplicar una restricción a la importación de otros componentes (como por ejemplo tornillos), y la realidad es que no funcionó muy bien. La industria nacional ha sido sistemáticamente diezmada y desmantelada en las últimas décadas, hasta llegar a una posición en la que no estamos preparados para reaccionar inmediatamente. No solo los ‘fierros’ se liquidaron, sino también el conocimiento (empezando con las escuelas técnicas).
Tuve la suerte de trabajar en NewSan con algunas personas que lideraron el montaje de la planta de semiconductores que Phillips tenía en Argentina (FAPESA = Fábrica Argentina de Productos Electrónicos SA) en los 70. Nos contaban con orgullo logros que sustentaban un desarrollo tecnológico genuino para el país. En esa época había varios otros emprendimientos, algunos argentinos. Quizá si no los hubiéramos liquidado abriendo la importación, hoy tendríamos un microprocesador nacional y le estaríamos vendiendo al mundo. Seguramente no lo veré, pero me gusta pensar que va a suceder.
Los Precios
La ecuación de precios al consumidor de los productos eletrónicos en nuestro país es compleja.
Por un lado, el precio de un producto importado tiene los siguientes componentes (en forma muuuyyy simplificada):
1- Precio FOB (en origen) <– producto terminado
2- Flete (usualmente a Buenos Aires)
3- Derechos de importación, gastos de despacho, impuestos
4- Flete hasta el centro de distribución
5- Gastos operativos
6- Renta
Por el otro, el precio de un producto de TdF tiene los siguientes:
1- Precio FOB (en origen) <– componentes para producirlo
Irónicamente, el precio del total de los componentes para producir cualquier producto electrónico es apenas más alto que el del producto terminado hecho en China. La razón es que en China, el costo de mano de obra es tan bajo que termina siendo menor que el incremento en el material de embalaje requerido para embarcar las piezas en forma separada.
2- Flete a Tierra del Fuego
Combinación compleja: algún material va directamente en barco a Ushuaia (aunque hay pocos barcos), otro material se embarca a Buenos Aires y se baja en camión a Ushuaia, otro se embarca aéreo (material sujeto a obsolescencia o erosión de precios). En todos los casos, este costo es mayor al [2] del producto importado.
3- Costo de manufactura
En esto se incluye el costo de la mano de obra en TdF (17 veces superior al de China), la amortización de inversiones, los gastos operativos de fábrica (ej. Electricidad)
4- Flete hasta el centro de distribución
Tierra del Fuego -> Buenos Aires. Seguramente están al tanto de los costos de transporte en camión en nuestro país.
5- Gastos operativos
6- Beneficio promocional (descuento de impuestos por producir en tdf)
7- Renta
Hasta 2011, en un contexto de importaciones irrestrictas, la comparación entre las dos ecuaciones dependía de varios factores.Algunos productos siempre fueron mayoritariamente nacionales (TV, LCD, Aire Acondicionado), y otros mayoritariamente importados (Notebooks). El cambio en la política a favor de la substitución de importaciones generó un desbalance que impulsa la producción.
Como conclusión, el precio en góndola de los productos substituidos debiera ser equivalente. Si no lo es y es más alto, se trata simplemente de un precio de oportunidad basado en la oferta y demanda. Si recuerdan lo que sucedió con los precios de los LCD en 2005 estas situaciones tienden a estabilizarse cuando se ‘asienta el polvo’.
Desde un punto de vista técnico, los productos hechos en TdF y los importados debieran tener un precio equivalente. Es importante entender que ninguno de los dos será el precio de USA o Brasil: nuestro mercado es diminuto en comparación, lo que impacta sobre la escala del negocio.
¿Diseño?
No, en NewSan no diseñamos los microprocesadores, memorias, placas ni gabinetes de nuestras Notebooks.
De hecho, tampoco lo hacen varias de las mas importantes marcas que se venden en el mercado. Grandes marcas compran diseños a empresas que se dedican a eso, los ODM. Solo unas pocas marcas tienen esto in-house, y la mayoría está intentando tercerizarlo (me viene a la mente, como excepción, Apple).
Ahora, sí ‘diseñamos’ nuestras notebooks tal como el cliente las recibe. Elegimos a quién comprar las partes, y con qué procesador, disco, memoria, capacidades y especificaciones, software, etc. También creamos todas las rutinas de testeo para garantizar la calidad, las líneas de producción, los flujos y sistemas de abastecimiento a producción, etc. Estas tareas emplean muchas personas, ingenieros, programadores, técnicos, etc.
Espero que esto les haya acercado mi imagen desde el interior. Mas allá de cual es el estado actual, queremos producir más, tener más cosas hechas en Agentina y más gente trabajando acá. Queremos a nuestro país y estamos contentos de que la industria tenga buenas perspectivas.
Gracias a todos.
René Ceballos
Gerente de Ingeniería
NewSan S.A.