En el futuro todo tendrá inteligencia artificial. Las razones para esto todavía no las conocemos, pero son firmes e inapelables. En este sentido uno de los experimentos más interesantes lo presenta El Insittuto para la integración del ser humano y la computadora de la Universidad Carnegie Mellon. Gracias al empleo modelos de lenguaje sus investigadores ha logrado que utensilios de uso cotidiano tengan la capacidad de anticipar las necesidades de las personas y se acerquen cuando su uso es necesario.
Herramientas con ruedas
Una plataforma con ruedas fue suministrada a cada objeto para que pudieran moverse en una superficie plana. La idea es que si estás trabajando en una mesa y llegó el momento de hacer un recorte a un vestido o darle de martillazos a un banco, la tijera y el martillo estén a tu lado justo cuando vas a comenzar el trabajo. Pero también que sean capaces de alejarse cuando sea oportuno.

En este caso un cuchillo cerca de la mano aparece como un peligro.
El secreto es saber cuando estar y cuando no
La parte del hardware posiblemente no sea la más interesante de los asistentes virtuales. Lo que de verdad importa es como la IA detecta la necesidad.
Los desarrolladores destacan que es importante que las interacciones surjan de forma natural, los objetos no deben molestar. “Clasificamos a este trabajo como no obstructivo porque el usuario no le pide a los objetos que realicen ninguna tarea. En cambio los objetos sienten las necesidades del usuarios y realizan las tareas”.
Además de las IA el sistema emplea mecanismos de visión computarizada. Lo último supone una cámara en el techo que rastrea la posición de los objetos. Lo que la cámara ve es transformado a descripciones que la IA evalua para considerar que es lo que la persona que observa quiere hacer. Las predicciones realizadas se trasladan luego a los objetos pertinentes como instrucciones.
El futuro es una cámara atenta
Los desarrolladores imaginan un mundo en el que los objetos del hogar, incluso partes de la estructura, se adapten a nuestras necesidades. Un ejemplo ofrecido es el de una estantería que se despliega para que podamos dejar los productos que traemos tras hacer las compras. Otro divertido es el de un receptáculo para las llaves que se mueve alerta cuando el dueño de casa se las olvida al salir.
Claro que para que todo esto suceda tenemos que esta bajo el ojo electrónico todo el día.