SAG-AFTRA, el sindicato de actores de Estados Unidos, ha anunciado una serie de acuerdos como resultado de sus reclamos y medidas de fuerza. Cabe recordar que la organización busca que se garanticen ciertas limitaciones para el uso de la IA y el aprovechamiento de las imágenes de los artistas. La idea es evitar que se emplee la tecnología de inteligencia artificial para replicar la imagen y la voz de los actores sin su consentimiento y una compensación.
El sindicato ha logrado acuerdos con los productores de 80 juegos para que el trabajo se realice bajo las condiciones que ha demandado. Como consecuencia de lo establecido los miembros del sindicato retomarán el trabajo en todos esos proyectos, aún cuando todavía no existe una resolución del conflicto a nivel general. Lo señalado se suma a lo ya establecido con el estudio Lightspeed de Los Angeles, que había aceptado aplicar las condiciones de trabajo exigidas por SAG-AFTRA en futuro proyectos. Lo que había llevado a la normalización de la actividad en esa empresa.
Acuerdo por niveles de producción
El acuerdo alcanzado establece mejoras en los salarios, protección contra los usos abusivos de la inteligencia artificial y precauciones para el cuidado de quienes realizan tareas físicas y la voz de los actores. Las condiciones que promueve el sindicato dependen de un sistema de niveles destinado a distinguir las posibilidades de los pequeños estudios o proyectos con menos presupuestos, de las grandes compañías y los juegos AAA.
IA y los clones
La capacidad de las IA para recrear la imagen y la voz de una persona ha mejorado notablemente en los últimos años. No solo por una cuestión de capacidad tecnológica, sino por el perfeccionamiento de las técnicas y la experiencia ganada en la producción.
Desde hace mucho tiempo que las empresas mantienen derechos sobre la imagen de los personajes de sus producciones. Y la reproducción de la apariencia de actores fallecidos a modo de homenaje no es algo nuevo. Por lo dicho la idea de controlar la imagen de los actores como un producto más no resulta sorprendente. Aunque pueda parecer un conflicto lejano, este reclamo gremial podría tener grandes efectos para el futuro de la industria en todo el mundo.