La conectividad satelital en Argentina experimenta un salto vertiginoso, pasando de recurso marginal a motor clave para la inclusión digital. Este informe explica cómo la liberalización del espectro, la llegada de constelaciones LEO y el rol de Arsat remodelan el ecosistema nacional.
Autor: Claudio Botini
Evolución del mercado argentino
Tras la desregulación de 2020, el país “abrió sus cielos” a operadores extranjeros, multiplicando la oferta de internet satelital y quintuplicando las terminales activas hasta superar las 200 000 en 2024.
Arsat, con sus GEO Arsat-1 y 2 y el próximo SG1 en banda Ka, dejó de ser proveedor único para convertirse en pilar estatal que impulsa cobertura rural y soberanía tecnológica.
Mientras la fibra óptica continúa como base estructural, sus altos costos en zonas dispersas dieron protagonismo al satélite, que ahora atiende hogares, minería, agro y educación a distancia.
Argentina ya figura entre los diez mayores mercados LEO del mundo y se proyecta como hub regional gracias a su posición geográfica y visibilidad orbital.

Arsat-1 y 2 operan desde órbitas GEO. El satélite SG1 permitirá ampliar la cobertura en áreas rurales mediante banda ancha satelital de nueva generación.
Actores y modelos de negocio
El nuevo escenario es diverso y competitivo. Starlink desembarcó en 2023 y, con Telecentro como reseller, ofrece hasta 300 Mbps de bajada y latencias de 26-37 ms, segmentando planes por tipo de antena y extendiendo cobertura a todo el territorio.
Orbith, respaldada por el Grupo Boldt, lidera en banda Ka con planes de 50-200 Mbps y un canal mayorista de marca blanca que empodera a ISPs rurales; además prepara su propio microgeo para sumar 50 000 usuarios adicionales.
Hughes combina el GEO Júpiter 3 con distribución de OneWeb, mientras Eutelsat/OneWeb se centra en enlaces corporativos multi-órbita.
Globalsat, INSAT y Andesat aportan soluciones comunitarias, y Telecom integra satélite como respaldo de su red fija. El próximo Project Kuiper de Amazon, operado por DirecTV, promete ofertas más accesibles hacia finales de 2025, reforzando la dinámica competitiva.

Las constelaciones LEO alcanzaron cobertura casi total hacia fines de 2024. En paralelo, los satélites GEO mantienen ventajas en zonas urbanas con alta demanda por ancho de banda.
Tecnologías y perspectivas futuras
Argentina utiliza hoy una mezcla de satélites GEO, MEO y, sobre todo, LEO, que proporcionan más de 6 Tbps de capacidad y latencias comparables a enlaces terrestres. La construcción de gateways locales —ya más de diez en desarrollo— reduce dependencia externa y optimiza el tráfico nacional.
La innovación Direct to Cell de Starlink habilitará desde julio de 2025 mensajería satelital directa en smartphones, ampliando la continuidad de servicio en emergencias y turismo rural.
A corto plazo, los planes ilimitados y la integración con redes SD-WAN marcan tendencia; a mediano plazo, la combinación de satélites propios, constelaciones globales y fibra creará redes híbridas que acercarán banda ancha de alta velocidad a cada rincón del país, potenciando la competitividad económica y la inclusión social.

Los servicios satelitales ya no están limitados por la ubicación geográfi ca. La comercialización directa y mayorista permite extender el alcance a todo el país.
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