Valve, la compañía detrás de la plataforma de distribución de juegos para PC Steam, ha aclarado su política respecto al uso de la IA en los videojuegos. Este hecho es notable dado que por lo general sus reglas no son del todo claras y no se molesta mucho en explicar sus decisiones.
La información llega de la mano de un desarrollador independiente que tuvo la desgracia de que su juego fuera rechazado. El problema parece estar centrado exclusivamente en el derecho de propiedad de los elementos generados con esta tecnología.
El problema del entrenamiento
La explicación de Valve es muy interesante y parece replicar la lógica expuesta por otras empresas así como artistas profesionales.
“Como la propiedad legal del arte generado por una IA no es clara no podemos distribuir tu juego mientras contenga elementos creados por una IA. Salvo que puedas confirmar que eres el poseedor de los derechos de todas las propiedades intelectuales empleadas en la base de datos con la que se entrenó a la IA para generar los elementos de tu juego.”
En una nota posterior la compañía explicó que se había intentado dilucidar que IA había sido empleada y los derechos sobre los datos utilizados en el entrenamiento.
A la espera de una base de datos bien curada
Es importante notar que muchas IA, incluso las de distribución comercial, han sido entrenadas con datos tomados de sitios web sin preocuparse demasiado por los derechos de copia. Para el desarrollo en sí esto no suponía un problema, pero la rápida expansión y aplicación a esquemas productivos ha supuesto varios conflictos.
Muchos juegos en steam cuentan con elementos de distribución gratuita o comercial que los desarrolladores adquieren. Por lo tanto la creación de bases de datos con todos los derechos de propiedad confirmados debería ser un paso natural.
