Hace una semana Tesla le pidió a sus accionistas que aprobaran un paquete de compensación para su CEO, Elon Musk, de unos USD 56 mil millones. Sin embargo, un juez del estado de Delware objetó esta propuesta señalando que suponía el incumplimiento de la responsabilidad fiduciaria de los directores de la compañía. La responsabilidad fiduciaria es la obligación de una empresa de actuar en el mejor interés de sus accionistas. Desde entonces las acciones de Tesla han caído, por lo que la misma compensación supondría unos USD 10 mil millones menos.
Sin embargo, los accionistas han acordado mover la firma a Texas, siguiendo de esta manera la recomendación de Musk luego del rechazo del juez. Así pues, al parecer la mayoría de los accionistas creen que el paquete era necesario.
Malos números, buenas sensaciones
Pero Tesla no atraviesa su mejor momento. Durante el primer trimestre del año las ganancias han caído de forma marcada. Pasaron de unos USD 2510 millones en igual periodo en 2023 a unos USD 1130 millones. Como consecuencia, las acciones acumularon una caída del 43%.
Musk ha argumentado que en gran medida la crisis ocurre a nivel sectorial. En parte esto es cierto, la demanda ha caído. Sin embargo la compañía también sufre la competencia de las empresas de origen chino. Tesla ha tenido que recortar precios tanto en sus modelos como los servicios que ofrece.
Musk ha anunciado el lanzamiento de nuevos modelos y se ha mostrado muy positivo al respecto. Y el mercado ha reaccionado con una mejora del 12,5% en el valor de las acciones. El empresario también ha señalado que espera tener listo un servicio de taxis robots para 2024. Incluso ha señalado que ver a Tesla solo como una fábrica de autos es incorrecto.
Elon Musk anuncia el próximo lanzamiento de una línea de taxis automatizados
Algunos inversores han visto esta nueva aventura como una distracción. Otros han apuntado a la necesidad de producir autos más asequibles para competir mejor con los productos chinos.