Quienes se dedican exclusivamente a la fotografía tienen como opción, dentro del variado paquete de aplicaciones de Abobe, una versión de Photoshop llamada Photoshop Lightroom. Esta simplifica y agrupa las herramientas más usadas para quienes se dedican a esta profesión y brinda un soporte nativo y no destructivo para el formato RAW.
De todas maneras, Photoshop no deja de lado ninguna herramienta y nos presenta un nutrido conjunto de opciones para quienes desarrollan esta actividad. En este informe repasamos algunos de los usos más comunes.
Trabajar con RAW
Cuando se captura una fotografía en formato RAW se crea un archivo original que contiene toda la información de color que se capturó en el momento de tomarla (toda la información capturada por los sensores CMOS de las cámaras digitales). Este formato nos permite volver siempre al original, a pesar de todos los cambios posteriores, porque almacena los cambios hechos como metadatos, conservando toda la información original y dando pie a que la edición no sea destructiva.
No todas las cámaras tienen esta opción, solo las de uso profesional. El resto trabaja por lo general con el formato JPG, que a diferencia del RAW descarta todos los datos que no considere necesarios (que pueden llegar a ser hasta casi el 90% de la información) en pos de reducir el tamaño de almacenamiento.
Para trabajar con imágenes capturadas en este formato además del mencionado Lightroom, Adobe brinda un plugin para Photoshop llamado Camera Raw.