El 19 de septiembre de 2016 Twitter implementó una serie de cambios que apuntan a que el límite histórico de 140 caracteres tenga un impacto cada vez menor en lo que la red social en cuestión llama la conversación. Mucho hemos hablado de esos cambios en esta sección, y de hecho en nuestra edición 307 le dedicamos buena parte de Trucos al conjunto completo de novedades.
Sin embargo, de lo que no hemos hablado es de la posibilidad de dejar de lado (¡finalmente!) la necesidad de recurrir a la convención de poner un punto antes de un nombre de usuario cuando iniciamos un tuit con una mención para que llegue a toda la audiencia y no solo a los seguidores de esa persona. El cambio es mayúsculo en términos de normativa, y evita recurrir a esa odiosa práctica del punto que tenía la única función de evitar que una mención fuese reconocida como tal. O sea, el cambio nos evita cometer adrede un error.
Ahora, independientemente de que un mensaje comience con una mención, alcanzará toda la audiencia posible. No ocurre lo mismo con las respuestas a mensajes, que siguen limitándose a la audiencia de la conversación corriente y no a todos los usuarios potencialmente alcanzados, lo cual tiene sentido y puede evitarse comenzando un tuit desde cero y no creando una respuesta con el botón [Responder].