LUN, 5 / MAY / 2014

Inclusión y Tecnología: El caso de Proyecto Nahual

Esta iniciativa, que logró el Sadosky de Oro 2013, enseña oficios tecnológicos a chicos que no trabajan ni estudian. Surgió como un proyecto universitario y hoy tiene “nodos” en varias ciudades del país.

La tecnología puede ser un vehículo para que las personas en situación vulnerable puedan integrarse. Ese fue el lema de Proyecto Nahual, una iniciativa consistente en enseñar diferentes oficios tecnológicos a los jóvenes que no trabajan ni estudian (denominados coloquialmente como “NiNi”) para que puedan insertarse en el mercado laboral.

Nuhual arrancó a mediados de 2006 como un proyecto universitario, pero a partir de 2009 tuvo su despegue y el primer “nodo” fue el comedor Contra Viento y Marea, ubicado en Villa Centenario, en la localidad bonaerense de Banfield. En 2010, la iniciativa logró el apoyo de la empresa Hexacta, donde trabajan tres de los egresados del curso de Testing de Software. Y en 2013 consiguió dos premios importantesel Sadosky a la Inclusión Digital y el Sadosky de Oro.

“En nuestro país, la educación es pública, laica y gratuita desde los 45 días hasta la universidad. Sin embargo, existe un gap, una distancia entre los jóvenes ‘No estudia/no trabaja’ que puede deberse a factores diversos y puede ser mayor o menor, pero existe. La idea es acercar las oportunidades a quienes, quizás, no están dimensionando el peso de esas oportunidades en su vida“, indicó a RedUSERS Fernando Waisman, uno de los profesores de Proyecto Nahual.

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Uno de los grandes objetivos que persigue la iniciativa es que las personas tengan acceso a la tecnología y descubran una vocación. “La idea es que una persona que actualmente no estudia, ya sea porque no sabe qué le gusta, porque cree que no es para él, porque no sabe dónde o porque no sabe cómo, en una palabra, se siente “ajeno” a esa oportunidad; o no trabaja experimente a lo largo de un cuatrimestre el contacto con el aprendizaje intensivo de una actividad con alta salida laboral“, detalló Waisman, quien añadió: “Y, quizás, pueda sentir que si pudo hacer esto, pueda hacer también otras cosas“.

Con respecto a los contenidos, el docente aseguró que van cambiando año a año. “En una primera etapa, el contenido fue muy parecido a la materia Calidad de Software de la ORT, donde doy clases hace más de 10 años. Era muy teorico y no tan práctico. Actualmente, casi cinco años después del primer curso de testing, podría decir que es totalmente diferente”, aseguró Waisman, quien añadió: “Desde la segunda clase, los chicos empiezan a testear. Creemos que la practica es fundamental para entender la teoría y es por eso que actualmente el curso es 70% practico“.

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La salida laboral también es un punto importante del Proyecto Nahual, por ello buscan empleos para sus alumnos de manera activa. “Para los cursos de Testing, el equipo explora contactos con posibles empleadores para las posiciones de trainee, tester o QA en todo el abanico de posibilidades“, se explayó Waisman. Entre las posiciones laborales halladas, se descartan aquellas que tiendan a ser un trabajo informal, ya sea de manera encubierta o trabajo en negro.

“Nuestro objetivo es acompañar a los chicos, una vez egresados, durante todo el proceso de su incorporación, que muchas veces es su primera experiencia laboral. Los cursos incluyen talleres enfocados en cómo elaborar un currículum vitae o un perfil en una red de empleos, y cómo evaluar las fortalezas y debilidades personales pensando en una incorporación laboral”, agregó el docente, quien integra un plantel de profesores de diversas universidades que se acercaron a la iniciativa.

La historia de Gaby

Entre las anécdotas que surgen del trabajo diario en Proyecto Nahual, Waisman eligió la de Gabriel. “Él iba a tomar el primer curso que hicimos, pero decidió no hacerlo porque había conseguido trabajo como repositor en un supermercado”, contó el docente.

No obstante, algunos amigos de Gabriel sí hicieron el curso de Testing y, una vez que lo completaron, todos consiguieron un trabajo bien remunerado probando software.

“Eso lo motivó para volver a Nahual y terminar el curso. Y una vez que lo terminó, Gaby también consiguió trabajo como téster“, concluyó Waisman.

Por otro lado, no existen cupos para los estudiantes, Nahual, según Waisman, “está para ayudar y contener a todos los que quieran participar“. Además del nodo de Banfield, Nahual está presente en la Colegio Amuyén de la ciudad de Bariloche, provincia de Río Negro, con cursos de Programación; y en el Hogar Pantalón Cortito de La Plata, Buenos Aires, con clases de Reparación de PC; entre otras ciudades. Hasta el momento, unas 50 personas egresaron de los cursos, de las cuales unas 25 consiguieron trabajo en empresas públicas y privadas.

Pero Proyecto Nahual se propone como una idea que evoluciona con el tiempo y busca nuevos desafíos. Entre los próximos retos se destacan crear un proyecto Open Source de Educación que se subirá a SourceForge; desarrollar un sistema de microcréditos; enseñar mediante el paradigma de Extreme Education, donde los profesores aprenden también de sus alumnos; y llevar el proyecto a más ciudades del país.

Por último, Waisman indicó que existen varias maneras para ayudar a Proyecto Nahual. “Puede ser en la docencia, siendo profesor e alguno de los nodos, las tutorías, tomando el rol de tutor para los egresados, y la difusión de los cursos y del proyecto”, aseguró el docente, quien remarcó que cualquiera puede ayudar: “Necesitamos todo tipo de apoyo logístico en las sedes donde dictamos los cursos, incluyendo reparación de techos, colocación de estufas, etcétera”.

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