La idea de que el último smartphone y buque insignia de la división móvil de Samsung, el Galaxy SIII, había sido “diseñado por abogados”, esto es, teniendo muy en cuenta los conflictos legales que involucran al fabricante coreano con Apple, había rondado algunos foros de noticias durante algunas semanas.
Esta presunción, por descabellada que pareciera, intentaba explicar el cambio notorio que muchos pudieron observar entre uno y otro modelo de la serie Galaxy S, y tenía su sustento legal en el trade dress. De la misma forma que el trademark (marca registrada) restringe el uso de ciertas palabras o logos, el trade dress protege la vista, el diseño de tal o cual producto. Una vez establecido este concepto y para entender mejor este conflicto, debemos ir hacia atrás algunos meses, ya que esta figura legal de protección de marca (el trade dress) fue invocada por Apple cuando demandó a Samsung en 2011.
Esta demanda, presentada en abril del año pasado en California, estaba regada de frases descalificadoras para con el fabricante coreano, acusándolo de robo de diseño. “En lugar de innovar y desarrollar su propia tecnología y estilo para sus smartphones y tablets, Samsung elige copiar la tecnología de Apple, su interfaz de usuario y el estilo innovador de los productos”, reclamaba la presentación, además de mostrar algunas imágenes comparativas de productos de Samsung y esquemas de patentes de productos de Apple, como el iPhone y el iPad.
Además, se establecieron allí algunos parámetros de diseño que, entendía Apple, Samsung le había robado: un producto rectangular con cuatro esquinas redondeadas uniformemente, bordes negros alrededor de la pantalla que a su vez eran proporcionales arriba, abajo y a los lados, íconos de pantalla cuadrados y coloridos con bordes redondeados, entre otros. Rasgos que, en buena medida, desaparecen en el Galaxy SIII.
Estas acusaciones llegaron a oídos del Vicepresidente de Diseño de Samsung, Chang Dong-hoon, quien declaró hoy a un medio coreano que los “cambios en el diseño de los smartphones son parte de un plan a cinco años, no un cambio repentino de dirección”, aclarando además que los conflictos legales de la compañía nunca afectan los diseños, y que la forma curva del Galaxy SIII había sido producto de cientos de pruebas.
