VIE, 7 / AGO / 2020

Tus genes cambian de nombre y la culpa es de Excel

El programa desarrollado por Microsoft interpretaba ciertas nomenclaturas como fechas y las modificaba a dicho formato. Esta mecánica ha producido varios errores en trabajos científicos y obligado a un cambio en las reglas para los nombres.

Excel ha modificado el código genético de todos los seres humanos sin que nadie se diera cuenta.

En realidad solo ha obligado a alterar algunos nombres para evitar ciertos problemas durante los trabajos de investigación. Pero la historia sigue siendo interesante.

Errores automatizados

Excel es capaz de reconocer fechas y darles el formato correcto de forma automática. Esta cualidad es muy útil, salvo cuando lo que intenta escribir el usuario no es una fecha.

A los científicos que trabajan con datos sobre el ADN les ocurre a menudo que muchos nombres de genes son interpretados como fechas y modificados. Esto puede producir desde un pequeño dolor de cabeza hasta graves errores en los estudios realizados.

El gen Membrane Associated Ring CH Type Finger 1 había sido acortado a MARCH1. Como es lógico Excel lo traducía al 1 de marzo.

Para ilustrar la importancia que puede tener la alteración de algunos de estos datos podemos tomar el ejemplo del SEPT1, que era traducido como el 1 de septiembre. Este gen está asociado a una proteína que puede contribuir a la formación ovillos neurofibrilares en la enfermedad de Alzheimer.

Una solución

Idealmente el programa debería tener una opción para prevenir estos cambios, pero no la tiene. O al menos la comunidad científica no la ha encontrado.

Por dicha razón se han establecido nuevas reglas para los nombres y se han modificado los ya existentes. MARCH1 ahora se conoce como MARCHF1 y SEPT1 ha pasado a ser SEPTIN1.

El comité internacional que se encarga de establecer las nomenclaturas espera que esto termine con los problemas. Los nombres de unos 27 genes han tenido que ser modificados.

Pero evitar las nomenclaturas que pueden confundirse con fechas no es la única indicación que se ha introducido. También se han pedido el uso de un alfabeto latino y números arábigos, así como evitar la formación de palabras, como era el caso de los genes CARS y WARS que ahora son CARS1 y WARS1.

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