Neuralink, la empresa dedicada a investigar y desarrollar soluciones que permiten la comunicación entre el cerebro humano y las computadoras, ha realizado importantes avances durante los últimos años. El proyecto que lleva adelante es sin dudas uno de los favoritos de Elon Musk.
Pero la ciencia a menudo implica ciertos riesgos, sacrificios y decisiones éticamente discutibles. ¿Se acuerdan del mono que jugaba videojuegos con la mente?
Unos 23 monos fueron sometidos a implantes cerebrales para la investigación. De esos involuntarios sujetos de prueba unos 15 han fallecido.
La organización sin fines de lucro Comité de Médicos por una Medicina Responsable ha denunciado lo ocurrido así como una situación de maltrato general.
El lado oscuro de la investigación
Las muertes y sufrimiento de los monos no eran de conocimiento público. El comité realizó una solicitud de transparencia a la Universidad de California en Davis. De esta manera obtuvo unas 700 páginas de documentos, registros veterinarios y reportes.
No hay nada nuevo en el hecho de que los procedimientos a los que fueron sometidos eran invasivos y afectaban su salud. Los fallecimientos son poco sorpresivos.
Pero la investigación también reveló que los animales sufrieron al extremo en gran medida por una deficiencia en los cuidados. En algunos casos los monos habían perdido dedos en las manos y los pies. Las causas no fueron identificadas, pero los investigadores sugieren que pueden haberse producido episodios de automutilación.
Responsabilidad
Neuralink ha roto relaciones con la universidad. Por su parte el comité planea iniciar una demanda porque sospecha que la institución oculta fotos y videos de los sujetos de prueba. La universidad señala que el material pertenece a la empresa y por eso no puede compartirlo.
Cuánto sabía Neuralink de como se efectuaban los procedimientos y el trato a los monos es quizás el punto clave en este asunto. O bien tenía conocimiento o fue negligente en la supervisión.
