LUN, 20 / DIC / 2021

Científicos crean cerebro ciborg para jugar al pong

Un experimento de la empresa australiana Cortical Labs ha demostrado que es posible desarrollar dispositivos basados en el cultivo de neuronas humanas y enseñarles tareas sencillas.

Los experimentos científicos a menudo se aproximan a los límites de lo que se considera ético y en ocasiones se adentran en terrenos sobre el que todavía no sabemos si resulta conveniente o no avanzar. Una de las últimas investigaciones realizadas en Australia parece una serie candidata a una o dos de estas categorías.

Un equipo de científicos de Cortical Labs ha creado un chip con neuronas humanas al que amablemente ha nombrado DishBrain. Brett Kagan, el director científico de la empresa calificó al conjunto de células como un cerebro ciborg.

Es importante notar que estas células son un cultivo, aunque esto implica una donación original.

Un ciborg en la Matrix

Los investigadores tomaron unos cientos de miles de células cerebrales humanas y las depositaron en una capsula de Petri.

A través de una serie de impulsos eléctricos el mini cerebro aprendió a jugar Pong. Pong es considerado el primer videojuego. Es increíblemente simple, una pelota rebota de un costado a otro de la pantalla y es golpeada por dos tabletas que actúan como raquetas de tenis.

Los impulsos eléctricos le permiten a las células percibir un entorno virtual e interactuar con este. Según Kagan la experiencia del cerebro es comparable a la de los individuos de la película Matrix, dado que durante las sesiones de juego asumen el rol de la tableta que hace rebotar la pelota.

A esta altura imaginamos que el equipo de científicos debe haberle advertido a Kagan que no estaba ayudando mucho a la causa con este tipo de declaraciones.

El poder del cerebro humano

Las investigaciones sobre grupos de neuronas aisladas en recipientes no son algo nuevo. Sin embargo esta es la primera vez que uno de estos cerebros en miniatura ha logrado realizar una tarea específica.

DishBrain demostró ser mucho más rápido en el aprendizaje que una IA. Solo necesitó 5 minutos para entender el juego, la inteligencia artificial tomó una hora y media. A pesar de esto, al menos en las primeras partidas, la IA se mostró ser mucho más hábil y derrotó al mini cerebro humano cuando se enfrentaron.

Este mismo experimento puede realizarse con células de otros seres vivos, como roedores. Hasta el momento las células humanas han demostrado ser superiores.

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