MIE, 17 / JUL / 2013

Científicos surcoreanos extraen silicio del arroz para fabricar baterías

Los investigadores emplean la cáscara del arroz, que normalmente se descarta o emplea para productos de poco valor. Las baterías construidas resultaron superiores a las construidas con silicio sintético.

El arroz es un elemento fundamental de la dieta de los seres humanos en gran parte del mundo. Pero también genera una gran cantidad de desechos. Se calcula que el 20% del arroz es descartado. De las 422 millones de toneladas que se producen, 80 millones no son aptas para el consumo. La cáscara del arroz es muchas veces descartada o bien empleada como fertilizante, para la elaboración de combustibles, material de construcción o aislante.

Es decir, no se trata de una materia totalmente inútil. Sin embargo, lo que han descubierto un grupo de científicos surcoreanos es un método para convertir la cáscara del arroz en un producto con mucho más valor en el mercado. Un equipo de la Universidad Nacional de Chungnam ha logrado extraer sílice de la cáscara del arroz con el objetivo de convertir este material en silicio para las baterías.

Desde el punto de vista molecular, el silicio del arroz es casi idéntico a la arena, pero está depositado en capas ultra delgadas de la planta a modo de defensa contra insectos y hongos. Para la extracción del sílice (compuesto de silicio y oxígeno) es necesario un proceso de varios pasos que involucra el uso de ácido y tratamientos de calor. Una tarea nada sencilla. Aún así, parece que el trabajo es redituable y ha conseguido silicio de alto grado.

Los investigadores han publicado un abstracto del trabajo en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Según estiman los científicos surcoreanos, la cáscara de arroz podría ser empleada como material para la elaboración de baterías de silicio de alta capacidad. Esto es posible porque se está dando un cambio de la fabricación de electrodos de grafito a  los de silicio.

Los electrodos de silicio pueden almacenar 10 veces más energía. Esta ventaja podría llevar a la elaboración de productos electrónicos más sofisticados y automóviles eléctricos con mayor rendimiento. Los electrodos conseguidos por los investigadores no han perdido capacidad aún después de 200 ciclos de cargas. Los fabricados con silicio sintético tienen mayor capacidad, pero se deterioran luego de los primeros 15 ciclos.

Fuentes: Dailytech, Newscientist

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