El uso de drones en el campo de batalla no es una novedad. Sin embargo, los planes del Departamento de Defensa de los Estados Unidos intentan llevar a estos dispositivos a otro nivel. El proyecto, conocido como AMASS, supone el desarrollo de enjambres de drones autónomos con capacidades para moverse en entornos diversos.
El presupuesto inicial es relativamente menor, unos USD 78 millones. El organismo a cargo de esta tarea es DARPA (Agencia de Desarrollo de Proyectos Avanzados para la Defensa). Sin embargo la idea es que la investigación cuente con la colaboración del sector privado.
AMASS no es el primer trabajo realizado por DARPA en relación al uso masivo de drones de combate.
Los drones de combate han estado en operación desde hace ya varias décadas. Algunos de ellos son enormes.
Si nos guiamos por el uso actual, es probables que AMASS apunte a combinar diferentes tipos de drones. Con variaciones de tamaño y función.
Objetivo
En proyectos anteriores se ha trabajado con hasta 250 unidades, en una combinación de dispositivos terrestres y aéreos. Todos ellos debían ser capaces de actuar como una sola entidad.
En el caso de AMASS la apuesta es mayor. La idea es lanzar y comandar miles o decenas de miles de drones y coordinar sus acciones. Estos enjambres tendrían como objetivo destruir las defensas enemigas, las armas de precisión y los dispositivos de reconocimiento e inteligencia.
Bajo este esquema los drones tienen un rol importante pero limitado. Una situación no diferente a la de tantos otros sistemas de combate en los ejércitos modernos. Los enjambres harían posible la realización de las tareas señaladas con un mayor nivel de agilidad y un costo económico relativamente menor.
El sistema AMASS incluirá unidades aéreas, terrestres y acuáticas.
