Durante el mes de mayo Escocia pondrá a prueba una flota de 5 autobuses autónomos. Los vehículos realizarán un recorrido de unos 22 kilómetros y transportarán aproximadamente unas 10 mil personas cada semana. Se moverán a una velocidad máxima de 80 km por hora.
Tripulación humana
Este podría ser un primer paso a la obsolescencia de los conductores en muchos servicios, pero por lo pronto no supondrá menos puestos de trabajo para los seres humanos. De hecho ocurrirá lo opuesto. Por motivos de seguridad cada uno de los autobuses tendrá un conductor de seguridad frente al volante y otra persona encargada de la venta de los pasajes y asistir a los pasajeros.
En parte esto ocurre porque en el Reino Unido no está permitido la puesta en funcionamiento de vehículos sin conductor. Aunque se está trabajando en un marco legal para la regularización de la actividad.
La IA no es un reemplazo
Según la compañía detrás de este nuevo servicio, Stagecoach, el encargado de atender a los pasajeros demostrará el futuro de la conducción autónoma. En esos días el conductor humano seguirá existiendo, pero tendrá la posibilidad de abandonar el volante e interactuar con los pasajeros.
Lo señalado indica que la empresa no tiene planificado reemplazar a los conductores humanos. Al menos a corto o mediano plazo.
Las autoridades locales esperan que los vehículos eventualmente ofrezcan viajes más veloces y confiables, así como también mejoren la seguridad. Apuntan que el 88% de los accidentes en la ruta se deben a errores de los conductores.
