Dado que una pandemia no es suficiente el mundo ahora tiene que lidiar con la perspectiva de un conflicto entre Rusia y la OTAN. Tropas han sido movilizadas, regiones de Ucrania invadidas, y la tensión va en aumento a pesar de los encuentros entre políticos.
El ciberespacio ha sido parte de estos enfrentamientos, con varias ataques a organizaciones, empresas y servicios claves del gobierno ucraniano como objetivos.
Lo más alarmante es que estos ataques han estado ligados a avances militares en el pasado.
Ucrania ha sufrido ataques informáticos desde hace años, y los producidos en 2015 y 2016 sobre estaciones de energía fueron atribuidos a agentes rusos.
Equipo de respuesta rápido
Europa ha respondido a las nuevas amenazas en este área con el despliegue de un equipo de expertos de varios países.
Los equipos de respuesta rápida ante amenazas cibernéticas, conocidos como CRRT, son parte de una iniciativa de cooperación dentro de la Unión Europea. Según oficiales vinculados a los grupos la composición de los mismos busca abarcar distintas áreas y problemáticas, para poder reaccionar así una variedad de escenarios.
Criminales informáticos, servicios secretos
En este contexto resulta oportuno recordar que durante años los servicios de inteligencia rusos han sido ligados a grupos de criminales informáticos. Principalmente los que llevan a cabo campañas de ransomware, como las que han afectado la infraestructura de los Estados Unidos.
Esto no asegura que se trate de las mismas personas, pero si demuestra que los ataques cibernéticos siempre han sido sopesados seriamente en Rusia.
