Hace unos días el mundo se enteró de que el presidente de los Estados Unidos se había infectado con el coronavirus.
Luego de ser internado y sometido a cuanto tratamiento y droga disponible existe fue dado de alta a los pocos días.
Dado de alta es un decir, dado que todavía está enfermo, es un vector de contagio y las drogas que toma tienen efectos secundarios notorios.
Una de las primeras cosas que ha hecho Donald Trump al salir del hospital es realizar una enorme cantidad de publicaciones en redes sociales. Muchas de ellas, sino todas, cuestionables.
No es como la gripe
En uno de sus mensajes señaló que los Estados Unidos tenía que aprender a vivir con el Covid que, afirma, es mucho menos letal que la gripe.
Twitter ocultó el mensaje bajo una advertencia que señala que su contenido viola sus normas al divulgar información falsa y dañina sobre el Covid. El texto todavía es accesible luego de un clic.
Algo más destacado ha sido el hecho de que Facebook ha decidido remover la publicación de su plataforma. Aunque cabe señalar que es la segunda vez que ha borrado un post de Trump.
Amenazas
Ante estas acciones Trump ha insistido en la remoción de la sección 230, un apartado en la ley que regula a los medios y que limita la responsabilidad de las plataformas digitales por lo que hacen sus usuarios.
Esta iniciativa ha sido vista como una forma de atacar a las grandes empresas tecnológicas, a las que los republicanos acusan de censurar las opiniones de los grupos conservadores. Sin embargo si las plataformas fueran responsables por el contenido de sus usuarios entonces tendrían mucha más razón para eliminar las publicaciones que se consideren nocivas o engañosas, como los mensajes de Trump.
De hecho la idea ha conseguido apoyo dentro del partido demócrata, opositor al actual gobierno, porque espera que de esta manera se limite más las acciones de desinformación, muchas de ellas llevadas a cabo por grupos de extrema derecha o vinculados a teorías conspirativas.
