Ni las temperaturas bajo cero de Hamina, Finlandia son suficientes para evitar el calentamiento en los servidores de Google. Por eso la compañia busca alternativas con energías renovables. En esta oportunidad utilizará el agua de mar para dar una innovadora y ecológica solución, que supla o complemente, a los tradicionales sistemas de enfriamiento. Ese es el plan para su nuevo datacenter ubicado en territorio escandinavo.
Esta vez, las instalaciones de una antigua papelera que la empresa compró en 2009 serán las que registren el emprendimiento. La infraestructura del lugar aseguran que es ideal, además de su proximidad al mar, la vieja fábrica ya contaba con un sistema de refrigeración que bombeaba el agua directamente desde el golfo de Finlandia a través de tuneles hacia instalaciones internas de disipación del calor. Ese sistema sería aprovechado y acondicionado por los de Mountain View para su uso.
Por ahora la compañia del buscador web está terminando de realizar los estudios de impacto ambiental sobre el entorno para comenzar a utilizar este novedoso recurso. También Google garantiza que se preocupará por que el proceso sea lo más ecológico posible, por ejemplo intentarán que el agua saliente del centro de datos tenga una temperatura lo más cercana posible a la entrante.
