LUN, 23 / JUL / 2012

Internet a la hora de viajar al trabajo: contamos los secretos del Carpooling

El carpooling es una fuerte tendencia en Europa y EE.UU., y de progresivamente está llegando a Latinoamérica. RedUSERS entrevistó en exclusiva a los principales sitios de este estilo para responder algunos interrogantes clave: ¿cómo funcionan? ¿son seguros? ¿realmente se puede ahorrar compartiendo el auto?

El carpooling es una tendencia que, gracias a Internet, está creciendo en las grandes ciudades del mundo y ya ha llegado a la región. El alto precio de los combustibles, la congestión de tránsito y el estado deficiente del transporte público motivan a los usuarios a usar la web para compartir el auto con otras personas que realicen el mismo trayecto y dividir los gastos.

Justamente, esta situación propició la creación de varios sitios que ofrecen este servicio en Latinoamérica. “Una amiga que no tiene auto me contó que en base a los problemas que ella tenía para viajar a su trabajo apretada en el colectivo, pagar $20 a una combi o tomar u taxi que le salía más de 60 pesos”, indicó a RedUSERS Jonas Garbovetsky, de CompartiendoAuto.com.

“Se me ocurrió yendo por la ruta Panamericana una mañana. Como el sol estaba bajo tenía bastante contraluz y podía ver bastante bien como estaban en general configurados los autos a esa hora. Hice una cuenta simple: de 20 autos que conté frenados porque había un choque, 17 tenían al conductor y nadie más. Esto es algo que Internet y las redes sociales deberían resolver”, recuerda Charlie Deane, de Poolami.

En el caso de Encamello.com, la idea surgió como una tesis de grado. Lucas Todres, un economista argentino de 29 años que estaba estudiando su Maestría en Negocios (MBA) en la Universidad Sorbonne de París, nos cuenta que conoció  “el sistema en Francia, donde es muy usual, un sitio posee 1,5 millones de usuarios y otros sitios deben totalizar 10 millones en otros países de Europa”, aseguró Todres, quien decidió desde ese momento tratar de implantar la tendencia en la Argentina. Hasta el momento, consiguió unos 3.000 usuarios y cerca de 1.500 viajes propuestos.

Cómo funcionan estos sitios

Los servicios de carpooling funcionan de manera más o menos similar: un usuario “conductor” publica su disponibilidad de auto, el recorrido que realiza y un precio, mientras que un usuario “peatón” busca a ver quién podrá llevarlo. Pero cada uno tiene sus particularidades.

La idea es que la gente cargue un viaje y después le cuente a los amigos que lo va a hacer. Tiene un muy buen sistema para carga de datos de los usuarios, un muy buen sistema de búsqueda y filtrado, es completamente geo-motorizado”, se explaya Deane (46), fundador de Poolami junto a Matías Bullrich, 44, ingeniero graduado en el Stanford Engineering School de Palo Alto; y Ezequiel Purificato (33), egresado de la Universidad Centro de Estudios de Ciencias Exactas.

En cambio, hay otras redes, como CompartiendoAuto, que están dirigidas empresas y organizaciones para que ofrezcan el servicio de carpoling a sus empleados. “Una empresa o varias que se nuclean crean una comunidad donde sus integrantes comparten viajes entre sí”, explica Garbovetsky.

Por su parte, EnCamello.com une lo mejor de los dos mundos. “Tenemos una parte pública y otra privada. En la primera, los usuarios pueden registrarse gratuitamente y coordinar viajes. En la privada, ofrecemos a las empresas un clon de EnCamello al que sólo pueden acceder sus empleados”, explica Todres.

La principal funcionalidad que debe funcionar aceitadamente es, obviamente, el buscador. Para ello, los sitios de carpooling ofrecen herramientas para mejorarlo. “Tenemos los mejores filtros que he visto en la categoría. Se desarrollaron con en AJAX y se basan en distancia de llegada y de salida, las coordenadas geográficas y los resultados más reevantes al lugar físico donde se encuentra el usuario“, se enorgullece Deane.

“Además de la hora de entrada y de salida, también cargamos preferencias, como ‘fumar o no’, ‘charlar o no’ o ‘música o no’. Además, viajes relacionados con un evento, como gente que va al recital de una banda”, sintetiza Todres. Por otra parte,  el fundador de EnCamello añade el filtro geográfico, “que fue el que más tiempo llevó pues tuvimos que cargar una base de datos con 4600 ciudades y configurar filtros para que arroje los resultados más relevantes según proximidad”.

Seguridad y ahorro

Otra de las grandes dudas a la hora de usar uno de estos servicios es la seguridad, pues los usuarios con los que compartiremos el viaje son desconocidos, salvo en los sitios corporativos como CompartiendoAuto. En este sentido, Garbovetsky aclaró que “la seguridad no es un problema para nosotros ya que los usuarios únicamente pueden interactuar con otras personas de su misma empresa o comunidad, previa validación de su identidad“.

En cuanto a la pertenencia de un empleado a la empresa, el ejecutivo indicó que es “validada mediante el envío de un email de activación a su casilla de correo corporativa o, en caso de no tener una, la validación es realizada en forma manual por un administrador especialmente designado”.

En el caso de EnCamello, se pueden crear comunidades para ver si dos usuarios pertenecen a una misma empresa y comunidad. Pero también es posible conocer los comentarios que otros usuarios dejaron sobre él, más un índice automático de confiabilidad. Además, los datos personales son protegidos y sólo se conocen cuando se concreta un viaje, al estilo de los sitios de subastas.

Deane, de Poolami, prefirió ser más enigmático. “En eso estamos trabajando fuerte ahora: no te podemos decir, por una cuestión de seguridad”, bromeó el ejecutivo, quien espera mejorar este ítem, al igual que la integración con redes sociales.

Ahora bien, cuánto dinero se puede ahorrar utilizando el carpooling. Todres ofrece sus estimaciones: para un viaje desde Luján hasta el Obelisco, un conductor gasta 69,80 pesos (con peajes y combustible incluidos), en tanto que un peatón puede gastar $8 en transporte público, $30 en combi y 200 en remis. Si el conductor compartiera el auto con otros tres pasajeros, ese costo sería de 17,45 pesos por cabeza.

En este sentido, Deane asegura que “es alrededor del 60% de un viaje en auto propio y un 25% menos que un remis”, pues con el transporte subsidiado no se puede competir. “Pero si el usuario da con un compañero con el cual se siente cómodo para viajar todos los días, entonces es una pegada”, agrega.

Garbotesky, en cambio, asegura que aún no se realizaron “estudios cuantitativos complejos basados en muestreos muy grandes” para calcular el ahorro. Además, añade que depende de la cantidad de pasajeros con los cuales un conductor comparte el viaje y las distintas combinaciones de transporte que realice un peatón.

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