VIE, 16 / JUN / 2017

Milanesat, un nuevo nanosatélite argentino en el espacio

La unidad, equipada con tres cámaras con telescopios, pesa poco menos de 40 kilos y tiene un alto de 80 centímetros.

Desde ayer jueves hay en el espacio un nuevo desarrollo argentino. La empresa Satellogic lanzó poco después de la medianoche su sexto nanosatélite, bautizado Milanesat, desde desde la plataforma de lanzamientos espaciales de Jiuquan (China), con el objetivo de orbitar la tierra para capturar imágenes y ofrecer servicios comerciales de análisis de datos.

La unidad, equipada con tres cámaras con telescopios, pesa poco menos de 40 kilos y tiene un alto de 80 centímetros. En diálogo con Telam, Emiliano Kargieman, CEO de Staellogic, reveló que “hay nervios y expectativas porque pusimos mucho laburo en este proyecto, como en los anteriores. Los cohetes son bichos difíciles, con mucha potencia que se despliega en muy poco tiempo, lo que hace que se parezca mucho a montarte arriba de una bomba”

El satélite fue lanzado al espacio a bordo de un Long march, un cohete chino que es capaz de cargar varias toneladas de peso y que tuvo como carga adicional otros cuatro desarollos similares. Una vez en órbita, Milanesat se ubica a 500 kilómetros de la tierra y tarda 93 minutos en dar la vuelta al mundo. Milanesat, diseñado para tener una vida útil de 3 años, conformará junto a sus hermanos “Fresco” y “Batata” (lanzados en mayo de 2016) la constelación “Aleph”, que permitirá a Satellogic comenzar a prestar servicios.

Kargieman explicó: “Usamos los satélites para capturar imágenes de todo el mundo y transformar esas imágenes en información para evaluar cosas que están pasando, desde la parte micro de la agricultura -para ver cómo se desarrollan los cultivos, saber si hay una sequía, cómo está el rinde de un campo o para tener más información sobre el manejo de agua- hasta lo macro, para poder ver todos los cultivos del mundo y, por ejemplo, que está pasando con el trigo o la soja”. Asimismo agregó que sus desarrollos también sirven para “monitorear oleoductos, como en el caso de empresas de gas que tienen que controlar activos en áreas muy grandes, algo que es muy caro de hacer usando helicópteros o aviones”.

Vía: LaNación

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