Las cámaras de visión infrarroja existen desde hace ya un buen tiempo. Las imágenes que estos dispositivos ofrecen son muy útiles pero extremadamente limitadas en cuanto a los colores. Conseguir cámaras que pudieran ofrecer imágenes llenas de color aún en los lugares más oscuros no es una tarea sencilla. Sin embargo, un grupo de científicos parece haber conseguido un avance fundamental.
Aproximaciones anteriores
En investigaciones previas se ha descubierto que sistemas de aprendizaje automatizado pueden ser muy efectivos a la hora de dar color a imágenes en blanco y negro. Una técnica empleada a menudo supone mostrarle a las IA el modo en que un sitio se ve cuando está bien iluminado. Esta alternativa tiene, sin embargo, serias limitaciones.
Una nueva técnica
Un grupo de investigadores de la Universidad ha publicado una investigación que muestra como una red de aprendizaje automatizado puede enseñarle a una IA a descubrir los colores cuando no hay una fuente de luz presente.
Para conseguir esto se utilizan diferentes frecuencias de luz infrarroja.
La técnica fue desarrollada utilizando una cámara monocromática capaz de responder a la luz en el espectro visible para el ser humano y en el infrarrojo. Los investigadores realizaron varias capturas de rostros para que la IA aprendiera como aparecen los colores en los seres humanos. Luego el sistema tomó imágenes similares, pero en la oscuridad.
El sistema fue capaz de imaginar los colores con un buen nivel de acierto.
La limitación del actual nivel de desarrollo es que solo se aplica a los rostros y que los resultados son a todo efecto deducciones, no representaciones reales. A pesar de esto los desarrolladores esperan que el sistema pueda utilizarse para colorear imágenes capturadas por lentes de visión nocturna.
