Omegle es un servicio que permite a los usuarios conectarse al azar con personas que no conocen a través de videollamadas. Durante la pandemia su popularidad creció notablemente, sobre todo con los jóvenes e incluso menores de edad. Lamentablemente la plataforma no parece haber tenido un sistema de seguridad robusto y ha sido mal utilizada en varias ocasiones. Ha aparecido relacionada con más de 50 casos de pedofilia durante los últimos dos años.
Ahora su creador, Leif Brooks ha señalado que el sitio ya no es sostenible, ni en el aspecto financiero ni en el psicológico. Por dicha razón Omegle dejará de existir luego de 14 años. Brooks apunta que el mantenimiento del sitio, los problemas legales y el esfuerzo que exige combatir el mal uso del servicio son demasiado. “Francamente, no quiero morir de un ataque cardíaco en mis treinta”.
La idea original
La idea original de Omegle era que sus usuarios pudieran conocer nuevas personas. En gran medida el servicio ha cumplido con este objetivo. Incluso es posible encontrar numerosos cortos de personas disfrutando de varias charlas al azar con gente con formas de vida similares o totalmente opuestas. Pero Omegle tiene actualmente unos 73 millones de usuarios, y naturalmente es muy difícil que no aparezcan malos actores.
Brooks creó Omegle cuando tenía 18 años, por lo que es posible imaginar que no tenía la experiencia necesaria para entender todos los riesgos involucrados. Los aspectos de seguridad, pensaba Brooks, estaban cubiertos por el hecho de que los usuarios eran anónimos por defecto.
La realidad es que el servicio no está preparado para proteger a los menores, no imaginó que tuviera que hacerlo y no ha logrado un mecanismo para hacerlo. Pero la necesidad existe y los gobiernos y reguladores le han perdido la paciencia a las plataformas.
