LUN, 18 / ABR / 2011

Otro lector escribe sobre “La Guerra de los Browsers”: una cosa vieja renovada

Gastón Bousquet escribió un artículo para RedUSERS donde hace un poco de memoria histórica y compara la vieja guerra de los navegadores, la primera de todas, con las batallas actuales y hace un análisis sobre los resultados.

“Muchos de los usuarios quizá más jóvenes que comentan en RedUSERS no tienen idea de dónde viene el tema, o no asocian la guerra actual a los intereses que hay en juego por parte de las compañías, entonces me parecía un buen aporte recordar un poco el pasado para analizar mejor el presente y así lograr una proyección más clara hacia el futuro”. A continuación les dejamos el artículo.

Escribe Gastón Bousquet

Desde el Mosaic -considerado uno de los primeros navegadores gráficos de la historia- a la actualidad y a partir de la expansión de Internet y la World Wide Web desde la década del ’90 al presente, los navegadores -o del inglés “browsers”-, se han transformado en una herramienta fundamental de acceso a la principal red mundial de contenidos.

Qué es lo que está en juego puede preguntarse uno al notar que pasan los años y la “guerra” se actualiza y se sostiene. Y la respuesta está ni más ni menos en quién se transforma en la principal puerta de entrada a Internet con todo lo que eso representa.

En un principio los navegadores en sí mismos eran un producto, software para comprar y que ciertas empresas los ofrecían como parte de sus negocios.  Luego de que Netscape perdiera esa batalla a manos de Microsoft y los browsers pasaran a ser gratuitos, el negocio está en los contenidos y los navegadores son protagonistas en su relación con los usuarios.

A partir del punto de vista del usuario, quizá el foco está puesto en distintos aspectos en cuanto al uso y, de acuerdo al nivel de conocimientos, cuestiones más profundas como la seguridad y la privacidad en la navegación, compatibilidad con ciertos sistemas y su grado de relación con el software libre.  Del lado de quienes ofrecen los navegadores, la “guerra” está en lograr la posición dominante en cantidad de usuarios y desde ese lugar generar algún tipo de rentabilidad o reconocimiento.

Lo que antes fue Netscape versus Internet Explorer, hoy tiene más partes y se circunscriben a: Internet Explorer nuevamente, Firefox, Opera, Safari y más recientemente Google Chrome como los principales, aunque existen otros proyectos de menor alcance a los mencionados.

Mientras que la vieja guerra se centralizaba en los navegadores en sí mismos, la guerra actual pasa por la relación de los navegadores con quienes los desarrollan y su función en el mundo actual de las comunicaciones, futuros estándares, la actualización de la web a partir de las redes sociales y la generación de contenidos.

En ese sentido tenemos al paradigma de la empresa privada y el modelo comercial en la relación Microsoft-Internet Explorer, seguido por Apple-Safari y con un enfoque distinto aunque el objetivo es el mismo:  Google-Chrome.  El punto intermedio está en Opera y finalmente el modelo de software libre representado por Mozilla Firefox.

Es innegable que el marketing en la época actual se relaciona con todo, y la guerra de los navegadores no escapa a ello debido a los negocios online.  A partir de allí surgen cuestiones como la seguridad y la privacidad en la navegación, claves de los negocios actuales, y la relación con los usuarios y los contenidos.  Debates relacionados al marketing generan fanatismos del lado de los usuarios y polémicas respecto al uso de los datos que se generan a partir de los navegadores.  Inevitablemente muchos asocian el uso de cierto navegador a su simpatía con una empresa, comunidad o modelo de negocios en la generación de software.  La mayoría acepta indirectamente la utilización de datos de perfil de usuario surgidos a partir de la navegación, con la gratuidad en software y servicios como contraprestación.

Pero la relación empresa-producto genera otras controversias en relación a los principios de apertura y democracia que se pretenden sostener para Internet.  Un ejemplo clave actual es la utilización del producto Adobe Flash –cerrado y propietario– en contenidos y como contrapartida el impulso del nuevo estándar HTML 5.  Sin dudas las partes privadas desearían lograr el monopolio de la administración de contenidos online contra un modelo abierto.  Hoy en día se podría decir que conviven ambos.

La lucha actual entre las partes con el usuario como objetivo está en marcha.  ¿Qué modelo ganará entre el “soft libre versus propietario” en relación a los navegadores?  ¿Podrá sostenerse Flash y su utilización en la web?  ¿Qué aspectos técnicos y de uso definirán cuál browser será el más popular en los próximos años? ¿Y la incidencia en el segmento mobile?

Todas preguntas pendientes de una guerra que tiene a Internet como campo de batalla.

Fuentes:

Wikipedia
RedUSERS y otros portales de tecnología
Foros y blogs especializados
Experiencia de usuario

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