Pepper, el robot estrella de la Universidad de Middlesex de Londres, tuvo una oportunidad única para un autómata: expuso ante el parlamento británico los beneficios que un robot asistente podría brindar a los ancianos.
Según Pepper: “Robots inteligentes de asistencia para los más ancianos podrían aliviar el esfuerzo que realizan los hospitales, las casas de cuidado, y también mejorar el cuidado provisto a domicilio a la vez que promueven la independencia de los mayores”. Sin embargo, uno de los problemas que puede impedir a los robots cumplir con el rol mencionado es simplemente un factor cultural y de aceptación. Para que los robots sean una opción aceptable deben programarse para acomodarse al trasfondo cultural en el que van a trabajar.
No sorprende que Pepper haya hecho énfasis en este aspecto dado que es parte de un proyecto en conjunto que involucra a la Union Europea y Japón y busca crear la primer generación de robots con una consciencia cultural.
Por supuesto, Pepper no fue el único disertante, fue acompañado por el Profesor Martin Loomes, decano del departamento de ciencia y tecnología de la universidad. Loomes ofreció por su cuenta datos sobre las posibilidades de los robots en la realización de tareas para las que comúnmente no se los considera.
Loomes explicó: “Un punto de vista tradicional de los robots es que realizan tareas simples y repetitivas en una línea de producción. El desarrollo de robots como Pepper nos muestra que los robots pueden integrarse en contextos sociales”.
