Un relevamiento realizado por la Video Game History Foundation ha descubierto que solo el 13% de los videojuegos que fueron publicados en los Estados Unidos están disponibles al público. La gran mayoría no pueden adquirirse ni de forma física ni digital, no aparecen en su forma original ni en versiones modificadas. Como consecuencia de esta situación muchas producciones podrían perderse con el tiempo.
Una industria que olvida rápidamente
El trabajo Survey of the Video Game Reissue Market in the United States indagó en la situación de más de 4000 producciones. Para esta tarea se contó con la colaboración de la Escuela de Información de la Universidad de Washington.
Phill Salvador, director de la fundación, señala que los resultados hacen que el nivel de acceso de los videojuegos sea comparable al de las grabaciones de audio anteriores a la segunda guerra mundial. Esto es mucho más llamativo cuando se considera que la gran mayoría de los juegos fueron creados entre las décadas del 80 y principios del siglo XXI.
Aunque el estudio abarcó una gran variedad de plataformas, se ocupó con más detalles de los ocurrido en Commodore 64, PlayStation 2 y Gameboy.
Para la Gameboy, solo el 5,87% está disponible actualmente. En el caso de Commodore el nivel es del 4,5%. PlayStation 2 está un poco mejor, con un 12%.
Copias piratas
Es importante notar que el estimado considera solo las vías legales. En algunos casos los juegos pueden seguir en circulación, pero a través de una descarga pirata. Aunque para muchos esta opción puede ser justificable dado el abandono del producto, el problema es que también supone un estado de incertidumbre para el futuro.
Muchos de nuestros lectores podrán apuntar que por esta razón ciertos proyectos de emulación son verdaderamente importantes. Y tal vez es cierto, y quizás hasta deberían tener algún nivel de resguardo legal. Cabe recordar que en el caso de Commodore 64 hubo una época en que había varios repositorios online fácilmente accesibles y con enormes colecciones. Pero todo eso se terminó debido a demandas legales. En algunos casos los problemas son complejos, desde empresas que ya no existen hasta derechos sobre parte del material usado que han expirado.
